¿Qué nos deparará?, ¿qué veremos?, ¿qué sentiremos?, ¿qué viviremos?, ¿nuevas experiencias?, ¿nuevas vidas?, ¿nuevas alegrías?, ¿nuevos miedos?, ¿nuevas amistades?, ¿nuevos sufrimientos?, ¿nuevos retos?, ¿nuevas historias?, ¿borrón y cuenta nueva?. Preguntas, preguntas, preguntas y más preguntas que quedarán por venir, porque nunca se van a acabar. ¿Para qué tanta pregunta?, camina, vive tu nueva salida, y respóndete a ti mismo a través de tu propia experiencia. Es el mejor juego que tienes siempre asegurado, nunca va a acabar y siempre aprenderás.Si bien es cierto que como juego que es, tiene que haber de todo un pelín para darle gusto a la cosa. Pero son tantas las veces que queremos estar como plañideras encerrados en nuestras "casillas carcelarias", porque el dolor es grande y fuerte muy fuerte, y nos entra un complejo erróneo de Segismundo. Si es que estamos tan metidos en nosotros mismos que olvidamos que aunque es el juego de nuestra vida, además de el protagonistas "uno mismo", también hay co-protagonistas, secundarios, terciarios, y mogollón de extras. Vamos que no estamos solos que tenemos acompañantes, familia y amigos, que también participan, cada uno con su turno. Y todo artista sabe que menuda "bronca" te vas a llevar por hacer jugar según tus reglas. Lo vas a flipar, en dolby souround, ese. Hay quienes aprender con una sóla bronca y quienes necesitan de la "gota fría", a ver si así aprenden.Aprender se aprende, igual no tan rápido como se desea, ni tanto como se quiere, pero se aprende, el ser humano, está hecho para la supervivencia, y ante todo somos eso, supervivientes, bien por uno mismo, bien por enganche a otros que tiran del carro. Pero aún así vamos aprendiendo las lecciones, que es mucho el temario, pero para esta oposición tenemos toda la vida, y plaza aseguradísima. Es una plaza que lleva nuestro nombre, nuestro sello, nuestro adn.Por tanto igual es hora ya de tomar esa salida que nos lleva hacia "un@ mism@", que nos lleva a ser quienes somos de verdad, sin paliativos, sin condesdencias, sin prejuicios, nosotros desnudos ante nosotros mismos, y ante la desnudos ante los demás. Nosotros, con nuestro bagaje personal, profesional, familiar, y todos los bagajes que existan. Nosotros ante nuestro propio espejo. Viéndonos cada gesto que hacemos, cada movimiento, aprendiendo a conocernos, a saber cómo vemos, cómo comemos, cómo andamos, como olemos, como nos caemos, y si nos volvemos a levantar. Aprender a ser humanos, y aprender jugando en la vida a crear la persona que deseamos ser. Es una lucha de superación de nuestros miedos, de retarnos a ir hacia adelante, aunque nos suponga el mayor dolor conocido. Después de la tormenta siempre viene la calma.O tal vez vengan varias tormentas seguidas y una más fuerte que la anterior, pero seguro que el instinto de supervivencia del ser humano, le llevará a salir hacia adelante, a quienes realmente lo desean. Los que quieren vivir, eligen jugar a estar siempre en activo, a ser siempre positivos, y tener la mente ocupada. Porque sino te pierdes dentro del bosque y puede que no llegues a la la salida a tiempo. En la supervivencia no existe la queja, el lamento, el llanto, el dolor. Existir existen pero hay que transformarlos contínuamente en sueños de vencer a diario, conforme nos levantamos, y hasta que nos acostamos. Si no estás no existes.