Desde 2001, ocho de las empresas indicadas como siendo las más debilitadas por la crisis han donado 64.2 millones de dólares a los candidatos del Congreso, a los candidatos presidenciales y a los partidos Republicano y Demócrata. Senadores como Barack Obama y JohnMcCain recibieron entre ellos dos un total de 3.1 millones de dólares.
Los donantes son bancos de inversión como:Bear Stearns, Goldman Sachs,Lehman Brothers,Merrill Lynch,Morgan Stanley, la aseguradora American International Group y los gigantes hipotecarios, Fannie Mae y FreddieMac.
Algunos de los beneficiarios más relevantes recibieron contribuciones de compañías que a su vez recibieron dinero fiscal aprobado en el paquete gubernamental de ayuda financiera conocido como TARP (por su sigla en inglés) aprobado por los mismos miembros del Congreso que ocupaban cargos en los comités encargados de regular al sector financiero y de supervisar la eficacia de este programa de apoyo gubernamental sin precedentes.
En total, los miembros del Comité del Senado sobre Actividades Bancarias, Vivienda y Asuntos Urbanos, Comité de Finanzas del Senado y Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes recibieron 5.2 millones de beneficiarios del TARP en el ciclo electoral 2007-2008.
El Presidente Obama recogió por lo menos 4.3 millones de la parte de estas compañías para su campaña presidencial. Casi todos los miembros del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, que en febrero de 2009 supervisaron en audiencias públicas cómo serían gastados los 700 mil millones de dólares del TARP aprobado con urgencia, recibieron contribuciones asociadas a estas corporaciones financieras durante el ciclo de elecciones de 2008.
«Podría decirse que la industria de las finanzas consiguió su dinero con el apoyo de los miembros del Congreso que estuvieron dispuestos a mirar hacia otro lado», dijo Lawrence Jacobs, director del Centro de Estudios Políticos y Gobernabilidad de la Universidad de Minnesota. LEER MÁS EN VOLTAIRENET