Proyecto Padre-Hijo: Caja para Seguetas de Caladora

Por Sergio Legorreta
Nuevamente un proyecto Padre-Hijo donde disfrutamos más el proceso que el proyecto en sí; esta vez con mi hijo de 5 años
Proyecto Padre-Hijo: Caja para Seguetas de Caladora


En el proceso de reorganizar El Taller del Rincón, me encontré con las seguetas para la sierra caladora y me pareció una mejor idea tenerlas en algún lugar mejor que el empaque que traen de fábrica. Son unas Truper ® en presentación de blíster con 16 piezas surtidas. El empaque es pequeño y delgado, cabe en casi cualquier lugar, pero resulta incómodo buscar, sacar y guardar las seguetas cada vez que se usen


En fin, continuando mi reorganización, decidí reutilizar una vieja cajita de puros Cohiba que guardé desde hace meses que me fue regalada en mi trabajo (la caja solamente, yo no fumo) y que sabía que algún día la aprovecharía. Esta es la ocasión, además le daría un toque con "clase" a mi taller... ja, ja... Anoche que llegué mi hijo estaba viendo la tv y un rato después Mamá le pidió que la apagara para platicar con Papá, él se acercó al taller donde estaba yo y me dijo si podía ayudarme con lo que estaba haciendo. A mi me pareció una perfecta ocasión para hacer algo juntos y él estuvo muy de acuerdo.

Niños + Herramientas - Supervisión = AccidentesCuando trabajemos con niños la seguridad y salud son primordiales1. Primero le expliqué lo que íbamos a hacer. Le mostré la cajita y para qué la íbamos a usar. Le mostré las seguetas y le expliqué cómo y para qué se usan. Luego le mostré las herramientas y los materiales involucrados - Le encantó saber que usaríamos pegamento, le encanta ensuciarse las manos. El explicarle no solo sirve para repasar nuestro proceso, sino para que ellos vean que para cada proyecto debe haber un plan, un orden y un objetivo final. Es una manera de entrenarlos para la vida2. Comencé por pedirle me ayudara a quitar las etiquetas y usamos un poco de aceite lubricante tipo 3en1 con lo que obtuvimos resultados casi inmediatos3. Después había que medir las seguetas y tratar de figurar cómo cabrían - vale la pena decir que él aportó sus opiniones. Cuando encontré la mejor forma le expliqué cómo lo haríamos. Clasificamos las seguetas según su uso y tamaño y encontramos 8 tipos diferentes que agrupamos por separado. Así entonces, serían 8 divisiones dentro de la cajita. 4. Tomamos los palitos y los coloqué por encima tratando de figurar cómo cabrían y qué debíamos hacer. Le expliqué que debíamos cortarlos y coloqué la caja de ingletes y tomé el serrote para mostrarle. Al principio se emocionó y comenzó a cortar. Cuando se dio cuenta que era más difícil de lo esperado desistió y me dejó hacerlo a mi... ja, ja... muy considerado él. 5. Cortamos el exceso de los palitos, luego los lijamos para emparejarlos y dejarlos listos para el pegamento. Antes de pegarlos, los colocamos dentro de la caja acomodándolos para medir el espacio. 6. Luego su parte divertida fue colocarles el pegamento con su dedito, de ahí los fui colocando dentro y él presionaba con sus dedos para lograr el fijado inicial sosteniéndolo unos segundos en su posición. Hubo que ayudarle un poco con alinearlos, pero comprendió de qué se trataba. 7. Ya solo quedaba el acabado y decidí aplicarle aceite mineral para no complicarnos mucho. así no tendría que lavar nada - incluyéndolo a él - y porque la misma cajita ya trae un acabado original muy agradable. La dejé curarse toda la noche y le dí un8. Por último colocamos las seguetas dentro de cada espacio y el resultado fue muy satisfactorio. Al igual que el anterior proyecto, que fue con mi hijo mayor, este en su escala, me dejó un grato sabor de boca, porque me dejó enseñarle al pequeñín dos cosas importantes
  • Debemos saber cómo reutilizar las cosas
  • Se pueden fabricar muchas cosas con poco material

Y así, después de una linda jornada de trabajo, un buen baño y a descansar... Gracias por leer, por comentar y por compartir