SOLAR IMPULSE 01
El proyecto Solar Impulse, para los no seguidores del mismo, es un proyecto que nace hace casi 10 años en Suiza pensado en minimizar el consumo energético de un avión, y que tras largos estudios de viabilidad y de diseños utilizando materiales ligeros para reducir su peso, ha dado lugar al desarrollo de uno de los primeros prototipos de avión autoalimentado, dado que únicamente se abastece de energía solar fotovoltaica durante su vuelo, ya sea de día como de noche.
Para ello, el prototipo construido inicialmente, denominado Solar Impulse HB-SIA, era de unos 1.600 kg de peso y disponía de 11.628 células solares fotovoltaicas en sus alas de 64,3 metros envergadura (similar a un Airbus A340) y de una longitud de aproximadamente 21,85 metros, con una altura de 6,4 metros, lo que constituía una superficie alar de 204 metros cuadrados, siendo propulsado por 4 pequeños electromotores de 10 CV (7,35 kW) cada uno de ellos, dotados de una hélice que alcanzaba hasta velocidades de 400 rpm. Dichos motores se encontraban alimentados por medio de las células fotovoltaicas que lo propulsan durante el día para realizar ciertas maniobras, dado que por lo general su diseño le permite volar mediante planeo, lo que reduce prácticamente a cero su consumo eléctrico instantáneo, almacenando el excedente de energía en las baterías de alto rendimiento de las que se encuentra equipado, para poder ser propulsado en caso de necesidad durante el vuelo nocturno, llegando a dotar al prototipo de velocidades de crucero de hasta unos 70 Km/h y dándole una autonomía casi ilimitada.
Solar Impulse HB-SIA
Este proyecto está dirigido por Bertrand Piccard y André Borschberg, ambos pilotos profesionales cuya pasión por volar les ha llevado a que pretenden conseguir dar la vuelta al mundo en esta aeronave sin escalas sin emplear combustible fósil, y empleando únicamente energía fotovoltaica, ha necesitado la financiación parcial de empresas privadas como Solvay, Omega SA, Deutsche Bank, Altran y Swisscom. entre otras, también de la EPFL, la Agencia Espacial Europea (ESA) y Dassault que han proporcionan también su experiencia tecnológica, así como de la intervención de un equipo técnico de más de 50 personas entre ingenieros y diversos técnicos para diseñar, construirlo y superar los desafíos técnicos que se encontraban en el camino, para hacerlo realidad.
El proyecto empezó a tomar forma cuando en el año 2005 con un coste previsto aproximado de 90 millones de dólares, donde en un primer momento experimentó como cualquier otro proyecto problemas por falta de promotores y de financiación, pero tras superar ese obstáculo empezó su desarrollo, y para el 2009 ya era una realidad y se pudo realizar vuelos de prueba con el prototipo denominado Solar Impulse HB-SIA, aunque oficialmente el primer vuelo de prueba se produjo en abril de 2010 voló sobre Payerne (Suiza), realizando un vuelo de aproximadamente 1 hora y 27 minutos y alcanzando una altura de 1.200 metros sobre el nivel del mar.
Consiguiendo posteriormente con el mismo prototipo, batir los registros previos y marcar 2 records mundiales durante su prueba de vuelo (julio del 2010), ya que consiguió volar durante unas 26 horas y 9 minutos únicamente con fuentes de energía renovable y sin ayuda de fuentes de energía externa y el segundo en alcanzar una altura de unos 8.564 metros sobre el nivel del mar.
Prototipo Solar Impulse
Y el viernes 13 de mayo de 2011 el Solar Impulse HB-SIA completó su primer vuelo internacional, recorriendo en unas 13 horas la distancia que separa los aeródromos de Dübendorf (Suiza) y Bruselas (Bélgica), donde el 24 de mayo se realizó la presentación oficial, siendo una de las principales atracciones de la Semana Verde organizada por las instituciones de la Unión Europea (UE).
Posteriormente, el 15 de julio de 2011 pudo finalizar con éxito su segundo viaje internacional entre Bruselas y París, donde debía aterrizar en el aeropuerto comercial Charles de Gaulle, aunque finalmente lo hizo en el aeropuerto de Le Bourget, debido al tráfico comercial existente ese día y pese a que previamente tuvo algún problema con las baterías por falta de luz solar, completando el trayecto en algo más de 16 horas.
Solar Impulse HB-SIB
El siguiente paso consistió en la construcción de un aeroplano similar al anterior pero dotado de mejoras técnicas y una cabina mayor para que el piloto pueda pasar más horas en mejores condiciones, poseyendo hasta un 94% de eficiencia. Este modelo se denominó Solar Impulse HB-SIB, y realizó un vuelo demostración entre San Francisco y Nueva York atravesando los Estados Unidos de oeste a este, en septiembre de 2013 y posteriormente se ha llevado a cabo otros vuelos de demostración por Europa, Marruecos (Ver artículo anterior en Energia12), para ser finalmente presentado oficialmente el pasado mes de abril, con el objetivo ya marcado de dar la vuelta al mundo en el próximo 2015.
Este aeroplano de casi 2.300 Kgrs de peso y dotado bajo las alas de 4 electromotores más potentes, de una potencia media de 15 CV (11 kW), equipados con un engranaje de reducción que limita la velocidad de rotación de las palas de las hélices de 4 metros a 525 rpm y que mide unos 72 metros de longitud, se encuentra dotado de más de 17.000 células solares en diversas partes (alas, fuselaje y estabilizador horizontal). Siendo capaz de volar sin parar ni repostar durante unos 5 días y 5 noches, alcanzando una velocidad de crucero mayor de los 70 km/h iniciales y empleando únicamente la energía solar fotovoltaica recogida por las células de silicio mono-cristalino de sus paneles y almacenando el resto en las baterías de polímero de litio, para hacer uso de sus motores.
Desde Energía12, felicitamos a todos los Ingenieros y al Equipo Técnico que ha hecho posible este proyecto, dado que somos partidarios de apoyar cualquier iniciativa que emplee el uso de energías renovables y mejore la sostenibilidad medioambiental.
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