Aprovechando que en febrero celebramos San Valentín, la blogosfera se ha llenado de iniciativas que tienen que ver con el amor. Isi no ha querido ser menos y nos propuso, a finales de enero, dedicar su proyecto mensual a hablar del amor... a los libros, por supuesto. Acepté participar en el proyecto pero (como siempre) pensando en hacer lo que me dé la gana (un día de estos Isi tendrá que tirarme de las orejas). Y como en muchas reseñas hablo de lo que los libros nos hacen sentir (como en esta) y ya publiqué una historia sentimental de mis libros, he pensado hablar aquí de cómo nos conquistan algunos autores a través de sus novelas. Ya hablé algo sobre el tema en esta reseña, pero es un tema sobre el que me gustaría seguir reflexionando porque una de las preguntas que siempre me hago es ¿hasta qué punto se puede conocer a un escritor a través de lo que escribe? (bueno, me lo pregunta yo y buena parte de la crítica, que siempre ha debatido si hay que estudiar una obra por sí misma o como producto de un ser humano determinado) ¿Hasta qué punto interpreta un papel, se pone una careta y miente o hasta qué punto se esconde detrás de unos personajes para hablar de sí mismo, de lo que es y lo que piensa del mundo? Supongo que, en el fondo, hay un poquito de ambas opciones pero también es verdad que una tiende a idealizar a quien se esconde detrás de un libro que la ha enamorado. Es como ese meme que ha circulado últimamente en las redes sociales:
Aprovechando que en febrero celebramos San Valentín, la blogosfera se ha llenado de iniciativas que tienen que ver con el amor. Isi no ha querido ser menos y nos propuso, a finales de enero, dedicar su proyecto mensual a hablar del amor... a los libros, por supuesto. Acepté participar en el proyecto pero (como siempre) pensando en hacer lo que me dé la gana (un día de estos Isi tendrá que tirarme de las orejas). Y como en muchas reseñas hablo de lo que los libros nos hacen sentir (como en esta) y ya publiqué una historia sentimental de mis libros, he pensado hablar aquí de cómo nos conquistan algunos autores a través de sus novelas. Ya hablé algo sobre el tema en esta reseña, pero es un tema sobre el que me gustaría seguir reflexionando porque una de las preguntas que siempre me hago es ¿hasta qué punto se puede conocer a un escritor a través de lo que escribe? (bueno, me lo pregunta yo y buena parte de la crítica, que siempre ha debatido si hay que estudiar una obra por sí misma o como producto de un ser humano determinado) ¿Hasta qué punto interpreta un papel, se pone una careta y miente o hasta qué punto se esconde detrás de unos personajes para hablar de sí mismo, de lo que es y lo que piensa del mundo? Supongo que, en el fondo, hay un poquito de ambas opciones pero también es verdad que una tiende a idealizar a quien se esconde detrás de un libro que la ha enamorado. Es como ese meme que ha circulado últimamente en las redes sociales: