Por fin ha llegado a España el Polar V650
Uno de los problemas que tengo es que me ansío demasiado. Los más cercanos a mí lo saben bien: se me mete una cosa en la cabeza y tiene que ser ya :-D. Después de un tiempo buscando por todas las tiendas posibles (físicas y online) el dichoso V650 conseguí hacerme con uno pidiéndolo directamente a Polar, que lo envió desde Holanda en un tiempo record. Gracias a esto llevo un par de semanas rodando con él y ahora os voy a comentar mis primeras impresiones.

Caja del Polar V650 cerrada
El cambio de rumbo de Polar
Hace años que Polar necesitaba actualizarse. En mi opinión siempre han sido los líderes en el mercado de consumo de cualquier cosa relacionada con la frecuencia cardíaca, los mejores con mucha diferencia en pulsómetros. Pero llegó un momento en que los deportistas exigían más: GPS para guardar sus rutas, interaccionar con redes sociales, aplicaciones para guardar su historial de entrenamientos para poder analizarlos, etc…
Fue la lentitud para identificar esas necesidades la que poco a poco hizo que, en mi opinión, Polar cediese un poco de terreno respecto a otras marcas. De hecho, esos fueron los motivos por los que yo me pasé al sistema Adidas MiCoach en 2011. Pero parece que la marca finlandesa se ha puesto las pilas y ahora reman en la dirección correcta. Sus últimos lanzamientos, tanto de software como de hardware, así lo demuestran (el reloj para triatlón Polar V800
El Polar V650
Primera impresión del Polar V650
El Polar V650
La caja viene muy bien presentada. Destila calidad
- Cable USB para cargar y sincronizar el bike computer
- Soporte para el manillar de la bici con un juego de tres gomas de distintas longitudes para fijarlo
- Cinta de pecho y monitor de pulso H6
- Manuales y demás papeles.
Polar V650 con correa H6
La apariencia del V650 es muy buena: robusto y ligero (120 gramos). Se engancha al soporte por un sistema de un cuarto de vuelta que, por cierto, es incompatible con los anteriores de Polar.
La pantalla táctil es totalmente compatible con el uso de guantes, algo que siempre he echado de menos cuando tienes que modificar algo en el móvil durante la ruta y hay que echar pie a tierra para hacerlo. Aunque no lo he comprobado, la pantalla también está pensada para trabajar incluso mojada. Muy buena noticia.
El dispositivo tiene un botón frontal programable (arrancar/parar el registro de entrenamiento y marcar una vuelta) y uno lateral para bloquear la pantalla, calibrar los sensores vinculados y apagar el V650. También tiene una luz LED de gran potencia que podremos controlar para mejorar nuestra visibilidad por la noche.
En cuanto al software decir que su diseño es muy parecido al de la aplicación Polar Beat. Podemos elegir entre varias pantallas preconfiguradas con hasta ocho vistas de datos.
Otro punto a favor del Polar V650
El hardware del Polar V650
En el Polar V650 destaca el uso que hace de su chip GPS incorporado, así como del sensor barométrico de altitud. Aunque son características presentes en casi todos los bike computers de gama similar, lo realmente novedoso es la forma que tiene de utilizarlos. Por ejemplo, el V650 guarda en caché la posición de los satélites para acortar el tiempo de conexión del GPS a la hora de entrenar. Lo bueno es que también lo hace al sincronizar el dispositivo con el ordenador, de forma que es posible acortar el tiempo de encendido incluso después de un viaje.
Respecto a su sensor barométrico de altitud me llama la atención que utiliza los datos que captura para calcular de forma más eficiente el consumo de calorías (la altitud influye en el entrenamiento, como todo el mundo sabe). También nos aporta datos fiables de ascenso o descenso, así como un valor (VAM) que nos indica lo rápido que ascendemos.
Complementos del Polar V650
Es importante dejar muy claro que el Polar V650 sólo funciona con sensores bluetooth smart. La tecnología ANT+ (aún la dominante en esto de los gadgets deportivos) no es compatible. Aunque no he podido probarlo con sensores de otras marcas, en teoría no debería haber problema para usar cualquier banda de pecho de la competencia (que sea BTLE, claro). Yo lo estoy usando con la banda de pecho Polar H7
El dispositivo es water resistant (ojo: no waterproof). Puede aguantar un buen chaparrón, pero no es aconsejable sumergirlo por un periodo prolongado a cierta profundidad.
La pantalla es a color y goza de un buen contraste. Su visibilidad es muy buena sobre la bici y llevarla encendida todo el rato no merma en exceso la batería, que por otra parte dura mucho más que la de mi viejo iPhone 4S una vez en ruta.
El software del Polar V650
Aquí es donde Polar ha echado el resto y donde se nota una sustancial mejoría respecto a la generación anterior de dispositivos que (todavía) tiene en el mercado.
Ahora todo gira en torno a objetivos de entrenamiento. Durante las sesiones podemos ver claramente diferenciadas por colores las distintas zonas de frecuencia cardíaca en las que entrenamos. Estas se calculan automáticamente en base a los parámetros introducidos en los ajustes iniciales. Anteriormente estos datos sólo eran visibles a posteriori, pero ahora en cambio son los principales. Bien jugado por Polar en este sentido.
Pantalla Polar V650
También es posible definir objetivos de entrenamiento en Flow y sincronizarlos posteriormente con el V650 para tenerlos disponibles antes del entrenamiento.
Un factor diferencial del Polar V650
Caja del Polar V650 abierta
Otro defecto que le encuentro al Polar V650 es que no puede sincronizarse con Polar Flow (la aplicación web de Polar para gestionar nuestras sesiones de entrenamiento) directamente con el móvil, como lo hace el V800 o la pulsera Loop. Es posible que Polar lo haya tenido en cuenta para futuras actualizaciones, pero de momento la única forma de subir nuestros entrenamientos a la nube es a través del cable USB y nuestro ordenador.
De momento le asigno cuatro estrellas porque, aunque estoy muy contento con él, creo que será un producto redondo si en futuras actualizaciones introducen las características que he mencionado más arriba.