Prueba de esfuerzo: fundamental para practicar cualquier deporte

Por Rafael @merkabici

Casi todos los deportistas aficionados identifican una prueba de esfuerzo con el deporte profesional. Y es cierto que prácticamente todos los deportistas profesionales se someten a este tipo de prueba por lo menos una vez a año.

Sin embargo las pruebas de esfuerzo están cada vez más extendidas entre los deportistas aficionados, aunque aún queda mucho camino por recorrer en este sentido.

En qué consiste una prueba de esfuerzo

Una prueba de esfuerzo consiste en la utilización de simuladores para realizar una actividad física. Sirven fundamentalmente para ver cómo responde el sistema cardiovascular de la persona que se está realizando la prueba mientras hace una actividad física.

Las pruebas de esfuerzo se suelen realizar o bien en una cinta de correr o un cicloergómetro (bicicleta estática). Dicha prueba está supervisada por un médico especialista que irá aumentando progresivamente la intensidad del ejercicio. De este modo se comprobará como responde el organismo de la persona que se está sometiendo a la prueba con diferentes intensidades de ejercicio.

Qué datos se obtienen de las pruebas de esfuerzo

El dato principal que se va a obtener de una prueba de esfuerzo es si está apto o no para realizar deporte. Es muy importante para poder prevenir muertes súbitas mientras se hace ejercicio. El médico analiza cómo responde el sistema cardiovascular cuando se hace deporte y se puede ver si existe alguna anomalía que impida la práctica de deporte.

Pero en este tipo de pruebas no solamente se determina si se es apto o no, sino que se obtienen otra serie de datos muy interesantes que van a ayudar al deportista a mejorar su rendimiento deportivo.

En una prueba de esfuerzo con análisis de gases obtendremos datos como el consumo máximo de oxígeno (VOmáx) y los umbrales aérobico y anaeróbico, entre otros muchos datos.

En el caso de deportes como el ciclismo o el running conocer los datos que hemos mencionado anteriormente son muy importantes para mejorar el rendimiento.

El VOmáx es un dato que nos va a indicar la capacidad máxima que tiene el deportista para recoger oxígeno del aire y llevarlo a los músculos. Es un factor principalmente genético, pero también se puede entrenar. Aquellos que realicen una prueba de esfuerzo anual podrán ver la evolución de su VOmáx año tras año.

En el caso de los umbrales aérobico y anaérobico son muy importantes para obtener las zonas de entrenamiento en base a las pulsaciones.  Con estos datos las zonas de entrenamiento serán mucho más exactas y por lo tanto se podrá mejorar el rendimiento de forma más efectiva.

Conclusiones

Para aquellas personas que practiquen deporte habitualmente, sea el que sea, es muy recomendable realizarse una prueba de esfuerzo anualmente. La época ideal para realizarla sería o a final de una temporada o cuando se ha terminado de realizar el entrenamiento base.

Además no sólo va a servir para saber si uno es apto o no para la práctica deportiva, sino que es muy útil para una mejora del rendimiento.