La vida son etapas y en esta a mi me toca tener la cabeza en otra parte (en mi hijo recién nacido, en mi empleo a media jornada, en buscarme la vida el resto del tiempo para salir adelante) y el mundo del vino, en concreto, me viene grande. Me niego a mancillar unas ideas y un universos que para mi son felicidad y descubrimiento con crisis, deudas, luchas laborales o pañales sucios. Por ello mis entradas serán esporádicas pero, tenedlo por seguro, "serán". Mas o menos, pero serán.
Lo resumiré en una palabra incluso; sensatez.
Contra el criterio general en la España del pelotazo, un gran vino no tiene porque costar 50 euros (y tampoco tiene por que costar 2, verbigracia). Los grandes vinos no tiene necesidad de gastar botella con cristal de tres octavos, de vestir etiqueta de diseño ni de cerrar con un corcho de Amorin del modelo a un euro en origen. Los grandes vinos no tienen porqué ser tintos por definición, ni Riojas, gracias a Dios. Los vinos grandes, los memorables, los certeros, solo deben cumplir una regla, compleja y humilde. Esos vinos han de ser "prueba de realidades que no se ven", según el lenguaje bíblico.
Embotellar la verdad, y nada mas, como algunos también definen, muy acertadamente en mi opinión.
Vinos que han de ser puramente lo que son y nada mas. Uva, tierra, sol, lluvia, tiempo y equilibrio. Ahí queda eso. Albamar lo es, Algueira, El Carro. Todos lo son. Desde su humildad extrema, producto de una época donde "tener mas" nunca fue "ser mejor", ni tener mas boletos para perdurar en la memoria.
Vinos realistas, si lo prefieren. Vinos humanos. Vinos ciertos. Certeros. Nobles. Dispuestos.
Vinos hermanos. Sensatez.
Que cada palo aguante de su vela...si puede.
A modo de colofón, de mis varias noches de insomnio (ahora razonado y no sobrevenido, como antes) extraigo para ustedes, amable publico, una pieza del estilo de lo que en estos tiempos de miseria humana tan en boga (Bárcenas, ERES andaluces, desahucios, robo y estafa, etc, etc). De la recientemente llevada a la pantalla grande "Les Miserables" esta pieza titulada "I Dream a dream", con interpretación de la gran Ruthie Henshall para la representación del musical en Londres, para mi la mejor de cuantas por ahí circulan. "I Had a dream my life would be, so different from this hell i´m living". Que la disfruten.