Psicologos y los jovenes violentos

Por Suerte

La violencia juvenil, se da con más frecuencia y es más indiscriminada en cualquier ambiente familiar; estructuradas o no, adineradas o pobres, más cultas o con menos cultura.

Será porque los jóvenes de ahora sienten rebeldía contra todo, porque la desorientación en la que están inmersos no les permite diferenciar, qué es lo que desean cambiar en el sistema ni contra quién tienen que dirigirse sus ataques para salir del túnel.

La sociedad, no ha dejado en los últimos años de hacer experimentos educativos con ellos: las libertades, la igualdad y los derechos mal entendidos de niños y adolescentes, además del miedo a infundirles frustraciones, han dado un fruto no esperado que ahora recolectamos.

Una adolescencia sin fín. La sociedad ha sido la encargada, de retrasar su integración al mundo de los adultos, alargando la duración de los estudios y facilitando una convivencia muy cómoda en el hogar paterno.

Sus frustraciones los convierten en violentos. No tiene justificación, pero sí es explicable por los psicologos, cuando no hemos sabido o querido educarles con cierto nivel de exigencia y, cuando en cantidad de casos, nadie ha tenido la preocupación de preparar a los jóvenes, para que puedan afrontar su propia independencia.

La culpa
Puede ser, que el aprendizaje a base de escenas violentas y la imitación sean factores de riesgo, pero tiene más frecuencia que esos aprendizajes se produzcan en el plano personal y en el terreno familiar:

Hijos agresivos. La violencia que se produce en algunos casos contra los padres (sobre todo contra la madre) y que está originando multitud de denuncias, sí suele repetir las pautas por la falta de respeto o la violencia, observada por el niño y dada por el padre a la madre.

El acoso escolar. Muy contínuo contra chicos de otra raza, otra cultura o con alguna peculiaridad que los haga distintos, también pueden ser consecuencia de las pautas de conducta parecidas, observadas en los padres.

La autoridad y la ejemplaridad de los padres es lo que tiene valor. El cambio debe nacer dentro de la familia, a través de la educación y el ejemplo. Existen otros factores, pero ninguno con tanta importancia como crecer en un ambiente de respeto y responsabilidad hacia los demás.

Fuente: http://www.red-psi.org/psicologos/barcelona.php