En un mundo donde el bienestar mental se ha convertido en una necesidad urgente, emergen enfoques terapéuticos que no solo alivian el sufrimiento, sino que ayudan a encontrar sentido. En esa línea se posiciona Adhara Psicología, un centro con sede en Madrid y más de 15 años de experiencia acompañando en el proceso terapéutico, que ofrece una propuesta de psicoterapia humanista profundamente enraizada en una visión existencial, integrativa y experiencial del ser humano.
Desde esta perspectiva, el sufrimiento emocional no se aborda únicamente como un síntoma a eliminar, sino como una oportunidad para explorar el propósito de vida, el sentido del dolor y la posibilidad de una transformación auténtica. El equipo de Adhara incorpora recursos que invitan al autoconocimiento desde la presencia, integrando cuerpo, mente y experiencia interior.
Un enfoque terapéutico que une espiritualidad, ciencia y sentido
Una de las particularidades de este centro es la inclusión de un recurso poco habitual en el ámbito clínico tradicional: sesiones de meditación gratuitas como apoyo a los procesos terapéuticos. Estas prácticas están dirigidas por Sandra García Sánchez-Beato, directora de Adhara Psicología, con una sólida trayectoria en meditación budista y ciencias contemplativas.
“Entendemos la psicoterapia como un proceso de integración y sanación profunda. No solo se trata de comprender lo que nos ocurre, sino de experimentar nuevas formas de estar presentes. La meditación no es un extra; es parte del camino para transformar la mente”, explica García Sánchez-Beato.
Este modelo se apoya en evidencias de la neurociencia contemporánea, que avalan los beneficios de las prácticas contemplativas en la regulación emocional, la atención plena y la transformación de patrones mentales. Así, Adhara Psicología fusiona el rigor científico con una dimensión espiritual no dogmática, centrada en la experiencia directa.
Psicoterapia humanista en Madrid: una vía hacia la conciencia y la transformación
En el corazón de Madrid, este enfoque de psicoterapia humanista con visión existencial propone algo más que resolver síntomas: ofrece una vía para resignificar la experiencia humana, desde el silencio, la presencia y el descubrimiento personal.
La meditación, el propósito y la ciencia se integran en un proceso terapéutico que acompaña sin juicio y desde la profundidad.