PSOE: Cuando la realidad supera a la ficcion (Introduccion).

Publicado el 26 diciembre 2019 por Carlosgu82

PSOE: CUANDO LA REALIDAD SUPERA A LA FICCIÓN (Introducción).

Todos los que ya tenemos cierta edad recordamos cuando, en nuestra juventud, allá por los comienzos de la democracia, finales de los años 70 y principios de los 80, se pusieron de moda series americanas del estilo de Dallas, Dinastía o Falcon Crest, series todas ellas que tenían como denominador común el desarrollarse en el seno de familias muy ricas (escandalosamente ricas y poderosas, de las que ponían y quitaban gobernadores de un Estado) y las intrigas y las luchas de poder que se desataban en el interior de las propias familias, las más de las veces, y contra enemigos externos ocasionalmente. Con estas series se puso de manifiesto que el papel del “malo” o de la “mala” eran papeles muy “agradecidos” porque los actores que los encarnaban podían exhibir sus dotes interpretativas con mucha mayor fuerza que aquellos otros que encarnaban a los “buenos”, a los “héroes”. De Alexis Morell o Alexis Carrington (Joan Collins) en Dinastía; de Angela o Richard Channing (Jane Wyman y David Selby) en Falcon Crest o de J.R. Ewing (Larry Hagman) en Dallas, todo el mundo se acuerda, pero otra cosa es cuando uno trata de acordarse de quienes eran los buenos en esas tres series.

Muchos éramos los que, en ocasiones, nos reíamos, ante algunas de las tramas, porque pensábamos que no podía haber nadie tan, tan malo en el mundo como para hacer cosas tan enrevesadas; tan retorcidas; tan maquiavélicas, como las que, en los capítulos de esas series nos contaban, lo que hacía que, a veces, esos personajes parecieran caricaturas de sí mismos, pero la verdad es que yo, viendo lo que hace el PSOE de Pedro Sánchez, y lo que antes hizo el PSOE de Jose Luis RodrÍguez Zapatero,  me asombro ante tanta iniquidad y, todavía no he terminado de asombrarme de una cosa, cuando me entero de otra cosa que ha hecho  que me asombre, aun mas, nuevamente y de manera exponencial. Y si encima nos vamos al PSOE de los tiempos de la II República, entonces es que uno se da cuenta de que el PSOE por sí mismo, daría material para hacer unas cuantas series como las tres que he citado anteriormente.

El Partido Socialista Obrero Español ha sido, sin lugar a dudas, la organización política más nefasta para España, en su historia más reciente. Ha sido un partido político que, desde hace casi un siglo ha sido el protagonista de todos los episodios más lóbregos de nuestra historia. Desde que en 1931 fuera el instigador del golpe de Estado contra la monarquía del rey Alfonso XIII, deponiéndola para instaurar la república,  hasta que Pedro Sánchez ha decidido terminar con la división de poderes que proclama nuestra propia Constitución la historia del PSOE ha sido la historia de una serie de líderes que no han entendido las reglas del juego democrático, confundiendo sus propios intereses con los intereses de la ciudadanía y conculcando derechos y libertades en nombre de esos intereses.

Puede ser que las doctrinas liberales no sean las más justas, las más equitativas, pero lo que esta fuera de toda duda, porque así la Historia lo viene a demostrar es que las doctrinas socialistas han sido un absoluto fracaso (bien sea en su versión más moderada, como es el socialismo propiamente dicho, como en su versión más extrema, el comunismo).

Las doctrinas liberales puede ser que te hagan pobre frente a otros que, ya sea por suerte; por su habilidad para hacer negocios; por su formación; por sus habilidades sociales…se hagan ricos e, incluso, escandalosamente ricos, pero si alguien espera que la implementación de políticas socialistas le vaya a sacar de la pobreza, ¡va arreglado!

El socialismo siempre opera igual: te venden unas ideas muy bonitas, de un Estado más igualitario y te nombran, hasta la saciedad, palabras como “libertad” y “democracia” (ahora han puesto de moda lo de “políticas de progreso”, para inocular en los cerebros de la ciudadanía que sus políticas son las que llevan al progreso y, por el contrario, las políticas de los partidos que propugnan ideas liberales son las que conducen al retroceso, son políticas retrógradas. Ellos están siempre con la lucha de clases; con los ricos y los no ricos… es decir con las ideas que  Marx y Engels acuñaron a finales del siglo XIX; con la guerra civil y con Franco, de forma que si escuchásemos a un político comunista o socialista de los años 30 y escuchásemos a un político actual de la misma ideología, parecería que el tiempo no hubiera transcurrido, pero sus políticas son “políticas de progreso”, no perdamos esto de vista).

De igual modo, los pactos que reeditan ahora para formar “Gobierno de progreso” son los mismos que durante los a;os treinta del siglo pasado: socialistas, comunistas, separatistas…toda la “perroflautada” destructora de España que se agrupó bajo el nombre de “Frente Popular”; pero eso son “políticas de progreso”,  no perdamos eso de vista.

De igual modo, el socialismo reparte carnés de “demócrata” y te dice como debes de pensar, qué ideas suyas debes asumir, sin vacilación alguna, para obtener el carné de “demócrata”; y mientras te estas esforzando en obtener el carné, te cierran páginas webs para que tu pobre cerebro no se vea contaminado con ideas que no te convienen (porque tú eres tonto y no sabes que es lo que te conviene o no, por eso viene el socialismo a decírtelo);  te dicen que versión de la historia es la que debes creer (que, curiosamente,  es la que al socialismo le conviene que creas, claro; y por la misma razón: porque eres tonto y no sabrías discernir lo que fue verdad y lo que no); el socialismo también te dice lo que es justo (que es exactamente lo que a él le viene bien que sea legal; que sea conforme a la ley, o a la interpretación que de la ley haga el socialismo) y lo que es injusto (aquello que a él no le viene bien y que, por tanto, es injusto) y para que eso funcione, lo que hace es colocar a jueces dóciles en puestos clave de forma que las sentencias que se dicten sean las que a él le convenga.

Los líderes socialistas son “seres de luz”; son personas que han sido tocadas por el ala de un ángel y eso les ha hecho sabios y, si no les queda más remedio, cumplen con el ordenamiento jurídico vigente, pero si pueden coger atajos los cogen, porque ellos están en posesión de la verdad.

En los países socialistas la clase política es la que vive bien y una parte de la población, merced a la red clientelar que se establece, en la que si tienes el carné del único partido (o del partido hegemónico) tienes más derechos que el que no lo tienen; en los países en donde rigen políticas liberales una mayor proporción de la población vive en condiciones dignas y nadie te etiqueta según tus creencias políticas. Pero no debemos de perder de vista el hecho de que los socialistas son los que están en posesión de la verdad y en base a esto, prácticamente todo les está permitido.

Y la prueba a esto la hemos tenido hace unos días: tras la sentencia por el caso Gurtel, se abrió “la caja de los truenos” y eso provocó el cese del gobierno del PP de Mariano Rajoy. Un caso en el que el PP fue condenado a título lucrativo por haberse beneficiado, en dos ayuntamientos, de un importe de algo más de 200.000 euros. El montante del dinero que se movió en ese caso fue de unos 30 millones de euros y en él se vieron implicados, y afectados, empresarios. Tras la sentencia por el caso EREs, no ha pasado nada; en este caso se han visto implicados 2 expresidentes de la Junta de Andalucía; 6 exconsejeros; 3 exviceconsejeros y 5 exdirectores generales, todos ellos del PSOE. El importe de lo robado/defraudado asciende, de momento, a 680 millones de euros, que era dinero destinado a los parados, a gente que lo necesitaba y todo ello tuvo lugar mientras Carmen Calvo fue consejera (1996-2004); Luis Planas fue consejero (1996-2012) y María Jesús Montero fue viceconsejera (2002-2004). Consecuencias políticas: nada, cero. Y, lo que es más grande: EL PSOE NO TUVO NADA QUE VER. Se trata del caso de latrocinio más grave cometido en España, desde el robo del “oro de Moscú”, por cierto, también cometido por el PSOE. Digo yo que esto no tendrá nada que ver con el PSOE porque todos los sinvergüenzas que han sido condenados deben de haber accedido a los cargos mediante oposición, no por su pertenencia al PSOE; lo de su pertenencia al PSOE debe de haber sido casualidad. (¡Manda huevos!).

Esta serie de artículos que voy a titular “PSOE: CUANDO LA REALIDAD SUPERA A LA FICCIÓN”, los voy a publicar en partes, de acuerdo con el siguiente orden:

PSOE: CUANDO LA REALIDAD SUPERA A LA FICCION (Introducción). Se trata de la presente entrega.

PSOE: CUANDO LA REALIDAD SUPERA A LA FICCION (Parte I) que trata sobre el papel del PSOE durante la II República y la Guerra Civil.

PSOE: CUANDO LA REALIDAD SUPERA A LA FICCION (Parte II), que trata sobre Felipe González Márquez, primer presidente de Gobierno perteneciente al PSOE durante la actual democracia.

PSOE: CUANDO LA REALIDAD SUPERA A LA FICCION (Parte III), que trata Jose Luis Rodríguez Zapatero segundo presidente de Gobierno perteneciente al PSOE durante la actual democracia.

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PSOE: CUANDO LA REALIDAD SUPERA A LA FICCION (Parte IV), que trata sobre Pedro Sánchez Castejón, tercer presidente de Gobierno perteneciente al PSOE durante la actual democracia.

Bajo mi punto de vista, tan solo el PSOE de la etapa de Felipe González Márquez  ha sido un partido con algo de decencia que, quizá imbuido por la ilusión propia de los primeros años de la democracia, creyó en ella y la defendió al igual que el resto de los grandes partidos de aquel entonces (Unión de Centro Democrático y Alianza Popular).

Durante sus dos primeras legislaturas, Felipe González acometió un proceso de renovación industrial muy necesario y valiente, pues se hacía perentorio el modernizar a la industria española para hacerla competitiva y se hizo imperativo el proceder al cierre de sectores industriales que no eran rentables y que representaban un lastre para la economía del país. Eso ocasionó numerosas huelgas y un clima bastante convulso en el plano laboral, pero los otros partidos políticos reconocieron que era lo que se había que hacerse.

Durante los años precedentes de Gobiernos de la UCD se vivió el problema del terrorismo con la mayor virulencia, en una sangría llevada a cabo por los asesinos de ETA entre miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que esos Gobiernos se vieron impotentes para detener y que dieron lugar al golpe de Estado del 23 de Febrero de 1981, por parte de algunos miembros del Ejército, cansados del goteo incesante de víctimas entre sus filas.

El Gobierno de González consciente de que debía de hacer algo o, si no, podía ser que la situación “se les fuera de las manos”, no vio más salida que la de combatir la guerra sucia que llevaban a cabo los pistoleros de ETA con sus mismos procedimientos y a tal fin creó el GAL (Grupo Antiterrorista de Liberación) que estaba dirigido, desde “la sombra”, por la cúpula del Ministerio del Interior y que contaba, como ejecutores de las acciones contra-terroristas, con mercenarios.

Dentro de lo malo que supone el actuar al margen de la ley, y el GAL lo hacía, el surgimiento de este grupo tuvo un efecto muy bueno y fue el de que muchos de los atentados contra miembros de ETA, llevados a cabo por él, tuvieron como escenario suelo francés y cuando los franceses experimentaron en carne propia lo que era sufrir los efectos del terrorismo fue que se volvieron más sensibles al problema de España con ETA y decidieron colaborar más activamente, con el gobierno español, en la lucha contra esta organización terrorista. A partir de ese momento, Francia empezó a perseguir a los etarras y a conceder extradiciones delos mismos a España, aunque algo tímidamente todavía.

En este episodio contabilizo yo el primero de una decisión arbitraria y al margen de la ley que se llevaría a cabo, por parte de un presidente del Gobierno, durante la democracia y a la que luego se han vuelto tan aficionados los dos presidentes socialistas que han seguido a González, que creó a un grupo terrorista para combatir al terrorismo con el terror. En ningún caso disculpo el que un gobernante actúe al margen de la ley, por los peligros que eso conlleva, pero le reconozco a González que lo hizo pensando en lo mejor para España y que ello tuvo aspectos positivos.

Es difícil, en la actualidad, gracias a Dios, que alguno de estos progres, nacidos durante la democracia, que hoy ven a ETA y a sus miembros como una especie de Robin Hoods; como una suerte de aventureros románticos que luchaban por la liberación de su pueblo, vivan la angustia que experimentamos los que sí vivimos aquella época, en la que era frecuente que la noticia de cabecera con la que abrieran los telediarios, fuera un atentado cometido por esta banda de criminales. Es difícil transmitirles la sensación de impotencia que se vivía cuando veíamos, por televisión, las imágenes de coches convertidos en chatarra y la devastación a su alrededor, producto de la carga explosiva que aquellos habían albergado. Y uno se plantea que si es tan difícil poner en situación a estos “lumbreras” ante acontecimientos vividos hace veinte años, ¿cómo va a ser posible que se pongan en la piel de un feligrés que se dirigía a oír misa, a la iglesia más cercana, en el Madrid de 1936?

Después, durante su tercera legislatura, el PSOE de González volvió a ser el partido que había sido durante la república y que ha sido desde ese entonces, sin interrupción: un partido salpicado por innumerables casos de corrupción (Filesa; Luis Roldán y las reformas llevadas a cabo en los cuartes de la Guardia Civil; caso BOE; Juan Guerra y su despacho en la sede de la Junta de Andalucía; caso Flick; caso Bardellino; caso KIO…) y de todo tipo de escándalos (como la expropiación de Rumasa a la familia Ruiz Mateos y adjudicaciones muy polémicas de algunas de las empresas que lo componían como, por ejemplo, Galerías Preciados a la familia venezolana Cisneros o Loewe que fue a parar a manos de Urvois-Spinola,  en una decisión personal muy controvertida por parte de Miguel Boyer, el ministro de Economía y Hacienda que llevó a cabo la expropiación).