1. Laura Ingalls: conocida sobre todo por su obra La casa de la pradera, no comenzó a escribir sus historias hasta pasados los cincuenta años, animada por su hija —que también terminó escribiendo— para plasmar en papel y sacar fuera de su mente todas las penurias y malas vivencias que había tenido que soportar durante su juventud e infancia.
No fue hasta los sesenta y cuatro años cuando esta obra vio la luz. Para que luego digáis que los cincuenta son muchos años.
2. Alberto Méndez: puede que el nombre de este escritor no te suene, pero si te hablo del libro Los girasoles ciegos seguro que al menos te suena. Aunque estuvo toda su vida relacionado con la literatura debido a que se ganaba la vida trabajando en editoriales, no se atrevió a dar el paso al a escritura hasta la edad de los sesenta y tres años, cuando publicó sus cuatro relatos relacionados con la Guerra Civil.
3. Raymond Chandler: la vida de Raymond es la historia de la superación. Empezó a escribir cuando tenía cuarenta y cuatro años, justo después de ser despedido durante la Gran Depresión, ante la perspectiva de no saber hacia dónde dirigir su camino. Con sus primeros relatos empezó a sonar por el panorama editorial. Estos fueron publicados en revistas, pero no fue hasta los cincuenta y un años cuando salió a la vente su primer libro: El sueño eterno, la historia que le construyó su renombre.
4. Charles Perrault: su obra más famosa es Cuentos de mamá ganso, la cual fue publicada cuando el autor contaba con cincuenta y cinco años. Mucho antes había tenido contacto con el mundo de las letras, y muchas obras dirigidas a halagar a reyes y príncipes. Tardó en darse tiempo de que eso no era lo que le llenaba.
5. Sam Savage: durante toda su vida pasó por los oficios más diferentes: bicicletas, carpintero, pescador, editor de poesía, fotógrafo… experiencias que le sirvieron de inspiración a la hora de escribir su novela más importante: Firmin, la cual no vio la luz hasta que el autor cumplió los sesenta y seis años. Muchos dicen que esa novela es la historia de su vida.
Como veis, muchos autores no publicaron su novela hasta que pasaron los cincuenta años, un punto de inflexión en la vida de cualquier persona. Así que si estás tratando de escribir una historia y no te animas por tu edad, desde viveLibro te decimos adelante, puedes.