Ronald Muñoz,
El país en su totalidad está en vilo tras la espeluznante escalada del dólar paralelo que sin duda, causará estragos en la economía venezolana en los próximos meses, más aun de lo que ya lo ha hecho.Desde nuestro lado de la acera, desde la Militancia Revolucionaria, ideas van y vienen sobre como detener la escalada. Algunos plantean el bloqueo a la página dolartoday, otros el cierre de la frontera. Lamentablemente si bien estas medidas pueden tener algún efecto, lo cierto es que no acabarían con el problema, y no acabarían con el problema porque no van dirigidas a la causa.
Si acabamos con dolartoday quienes buscan desestabilizar nuestra patria inventarán otro marcador, otra página que se convierta en el nuevo referente del dólar y dolartoday pasará a la historia como pasó con la lechuga que estuvo antes que dolartoday y ahora casi nadie ni la recuerda. Y antes de que surja quien se pueda molestar con el autor de estas líneas por plantear que el problema central no es dicho portal, sería bueno que le consulte primero al BCV sobre el acuerdo al que llegó este año con Dolartoday en un tribunal estadounidense que culminó con un acuerdo “sin costos para las partes” tal como se evidencia en varias reseñas de prensa tanto nacional como internacional de las cuales dejo esta para que quienes no lo sabían se empapen de la información.
http://www.elmundo.com.ve/noticias/economia/banca/finaliza-demanda-del-bcv-contra-dolartoday.aspx
Cerrar la frontera tampoco tendría gran efecto, porque se trataría del cierre de la frontera con Colombia, entonces quienes buscan perjudicar la economía venezolana intentarían generar un nuevo mecanismo para determinar un valor ficticio de la divisa, tal vez busquen la manera de hacerlo en la frontera con Brasil, y si cerramos la frontera del sur entonces se irían hacia Aruba, y luego a Curazao, y luego se irán hasta donde tengan que llegar, y posiblemente encuentren la forma de armar una referencia que desestabilice nuevamente nuestra economía, y esto lo pueden hacer sencillamente porque en Venezuela no existe un referente oficial del precio del dólar que sea creíble y transparente, dado que los indicadores oficiales tasan un precio de la divisa a la que nadie tiene la más remota posibilidad de acceder… Nadie a menos que tenga buenos contactos con gente de “arriba”.
Y si resulta sorprendente el hecho de que el BCV llegara a un acuerdo con el portal dolartoday en los tribunales estadounidenses, más sorprendente todavía es saber que la dinámica de intercambio en la frontera colombo-venezolana persiste porque el BCV lo permite, a través del convenio cambiario binacional existente con el Banco de la República de Colombia, el cual admite la libre convertibilidad de las monedas en la frontera. Esto es: ni el bolívar ni el peso son monedas de libre conversión como si lo es el dólar, pero se permite su intercambio en la frontera por un convenio existente entre el BCV y el Banco de la Republica de Colombia… La pregunta lógica es: ¿Por qué el BCV no ha derogado ese convenio? Pero aún más: ¿Por qué el gobierno de Venezuela aceptó abrir la frontera con Colombia cuando no hubo ningún compromiso asumido por parte del gobierno neogranadino para derogar su Resolución N° 8 que permite a las casas de cambio de Cúcuta cotizar el bolívar al precio que les dé la gana? ¿Quién responde a estas preguntas?.
En el marco de esta lamentable situación también se puede pensar que entonces la causa de la debilidad del bolívar ante el dólar estaría relacionada con la caída de los precios del petróleo. Pero resulta que el control de cambio se instauró en el año 2003 durante el Gobierno del Comandante Chávez como respuesta al ataque que para entonces ya existía contra la economía venezolana, ataque que tuvo como momento cumbre el paro petrolero de finales del 2002. Vale recordar que el precio del petróleo venezolano para ese momento giraba en torno a los 24 dólares por barril, lo cual es mucho menos de la cotización actual del petróleo. De hecho el precio del crudo se mantuvo en índices similares en aquellos años costando 25 dólares en el 2003, 32 dólares en el 2004, 46 dólares en el 2005, 56 dólares en el 2006, 64 dólares en el 2007, 86 dólares en el 2008 con una recaída hacia los 57 dólares en el 2009. No fue sino hasta el 2011 cuando el petróleo venezolano sobrepasó los 100 dólares por barril. Vale también recordar que cuando el Presidente Maduro anunció el famoso “Dakaso” el petróleo todavía se mantenía por encima de los 100 dólares el barril, y sin embargo ya se veían daños severos en el funcionamiento de la economía venezolana y ya se manifestaba la escases de varios productos.
Si revisamos con detenimiento las políticas de control cambiario durante el Gobierno del Comandante Chávez, nos daremos cuenta que la diferencia entre el dólar oficial y el paralelo jamás llegó a ser relevante. En los últimos años de su gobierno, mientras el dólar oficial se cotizaba a 4,30 el paralelo apenas avanzó de 5 bolívares en el año 2008 hasta 9 bolivares en el año 2011, alcanzando su máximo repunte en el 2012, año en el que si bien se mantuvo casi igual durante el primer semestre, alcanzó su máximo histórico hacia diciembre de ese año, llegando a la cifra de 17 bolivares. Como se verá la diferencia entre uno y otro aún en un su máximo punto de diferencia siguió siendo irrelevante si se compara con el desastre que estamos padeciendo en la actualidad.
Pero el precio del dólar no era la única diferencia entre el modelo cambiario de Chávez y el actual. Hay una diferencia importante y es que cada año CADIVI publicaba la lista de las empresas a las que se les había asignado dólares y se podían verificar en dicho listado los montos asignados. Tal cosa no ha ocurrido en los últimos años, en los que la asignación de divisas pasó a realizarse de forma secreta y discrecional… Y cualquiera que tenga el más mínimo conocimiento tanto de política como de historia sabe que no existe terreno más fértil para la corrupción que la burocracia y los mecanismos administrativos poco transparentes.
Según ha denunciado el economista Asdrúbal Oliveros -Directivo de la firma Econométrica- durante un foro realizado recientemente en la UCAB, menos del 10% de la totalidad de las importaciones de bienes en Venezuela se realizan con dólar paralelo. Es decir, la gran mayoría de las importaciones se realizaron con dólar a tasa preferencial de Dipro, el cual está tazado a un costo de 10 dólares.
Sabiendo esto, salga usted a la calle y busque un solo producto en cualquier parte de Venezuela cuyo precio esté tasado sobre la cotización de un dólar que cueste 10 bolivares: todos sabemos que eso no existe, porque ya hasta los artículos y alimentos que se venden en cadenas del Estado tienen precios que se calculan en base a la cotización de dólar paralelo. Sin embargo, estos dólares los adjudica el Estado, y pese a la desmedida inflación de los precios nadie investiga nada y se sigue manteniendo un esquema de asignación de divisas a puerta cerrada.
Si a esto le sumamos que realmente las divisas que ingresan al país ni siquiera alcanzan para cubrir los gastos de la nación se hace aún más importante, se hace vital, el conocimiento público de tales transacciones.
Pero además se hace necesario que el país conozca de qué manera se invierten los recursos dirigidos al presupuesto nacional, porque también es evidente que se realizan gastos absurdamente incensarios, mientras existen prioridades como alimentos y medicinas que forman parte de lo más urgente que en este momento tan difícil necesita el pueblo venezolano.
En virtud de esto no podemos tolerar, no es aceptable, que los recursos de la nación sigan siendo manejados por un grupo de personas a puerta cerrada, sin que nadie tenga acceso a saber a quién le entregan divisas ni para qué. Muchos camaradas se quejan de como sectores empresariales especulan con precios astronómicos cuando les han asignado divisas… ¿Pero quién les asigna esas divisas? Las divisas las maneja el Estado.
Resulta claro que el problema aquí no es solamente una página llamada dolartoday o cualquier otra página con el nombre que le pongan: lo cierto es que el Estado Burgués (el único que tenemos) por acción y omisión es corresponsable de este desastre. Lo es por acción, de altos funcionarios civiles y militares, corruptos que a través de alianzas con empresarios y testaferros negocian divisas cotizadas a 10 dólares para luego cometer fraude a la nación vendiendo esas divisas al precio que les da la gana o vendiendo la mercancía que traen (si es que traen) a precios basados a la cotización del dolartoday. Y hablamos de omisión porque pese al carácter público y notorio de esta nefasta dinámica, no existe ninguna institución del Estado que se digne a investigar quienes son los responsables. Hablamos también de omisión por la pasividad de las autoridades de nuestro país que agotan su tiempo en horas de discursos estériles sobre cualquier tontería mientras la economía venezolana es hecha pedazos, en lugar de que veamos acciones concretas dirigidas a salvaguardar la vida de millones de familias venezolanas.
El modelo de adjudicación de divisas a puerta cerrada demostró hasta la saciedad que es un rotundo fracaso. El tal dolartoday hace estragos solo porque el Gobierno le deja flancos abiertos: HAGAN PÚBLICAS LAS ASIGNACIONES DE DIVISAS Y DOLARTODAY MORIRÁ. Es necesario publicar todas y cada una de las empresas que reciben dólares con los montos, y publicando la razón que justifica la aprobación de dichas divisas. Ni un centavo de dólar más para nadie a espaldas del pueblo. Que toda esa información sea pública para que el pueblo organizado vigile y haga contraloría sobre el correcto uso de tales divisas.
Las ganancias que ingresan al país por concepto de venta del petróleo (y por concepto de lo que sea) no son propiedad de un grupo de empresarios sucios y apátridas, ni tampoco de funcionarios corruptos que ensucian el nombre de Bolívar: son propiedad de TODO EL PUEBLO DE VENEZUELA, y como propietarios de ese dinero tenemos el derecho saber a quienes se le aprueban dichas divisas y para que se le están aprobando.
Lejos de querer sabotear la gestión de gobierno lo que todas y todos deseamos es que las cosas salgan bien, ningún Revolucionario, pero además ningún Venezolano cuerdo puede desearle al Gobierno que le salgan mal las cosas, porque el fracaso del Gobierno es el fracaso del país. Pero para que las cosas salgan bien lo primero es asumir la realidad que se vive y no encerrarse en una cúpula ficticia basada en la repetición al caletre de consignas, consignas que ante la dura realidad comienzan a sonarle vacías al pueblo. No puede ser que cada vez que se critica y se propone algo surge quién se molesta desde la alta institucionalidad como si se tratara de un ataque, porque el problema no es que se critica, el asunto es que se critica porque las cosas están saliendo muy mal! Y si están saliendo mal evidentemente hay que rectificar, pero pasan los días y los meses y lejos de observar rectificaciones lo que vemos es a un Gobierno que se atornilla cada vez más y más en los mismos errores que nos han traído a esta lamentable situación.
Si alguien piensa que pedir trasparencia en la administración pública es un ataque, si alguien piensa que solicitar que se establezcan mecanismos claros para el ejercicio de una Contraloría Popular sólida y estable que garantice el funcionamiento óptimo de las instituciones es también un ataque, con todo respeto esa persona no sabe lo que es Socialismo y no tiene ni idea de lo que durante años hemos tratado de construir en el marco del Proceso Revolucionario, porque un Estado Revolucionario se sostiene eminentemente en la Participación Directa del Pueblo en el Diseño, Ejecución y Control de las políticas públicas… Y eso no lo tenemos en Venezuela, y lamentablemente en los últimos años pareciera que ese objetivo está más lejos que antes.
Por último me sumo al llamado de bloqueo contra la página Dolartoday y sus redes sociales como facebook y twitter, si bien no son la causa del problema indiscutiblemente lo que si son es una cuerda de criminales que atentan contra nuestro país. Pero voy más allá y propongo la activación de una nueva etiqueta en twitter: #publiquenlasasignacionesdedivisas Esta etiqueta tiene como objetivo evidenciar el criterio de mucha gente en nuestro país que pensamos que estas transacciones deben ser públicas, y por ello invito todos los venezolanos y venezolanas, militantes del Proceso Revolucionario o no, a todo aquel que considere que las asignaciones de divisas deben hacerse de manera pública, a que apoye esta etiqueta como una acción para lograr la transformación del modelo cambiario hacia uno que sea trasparente y abierto a la Contraloría Popular.
Tenemos que sacar nuestro país adelante, y para eso es necesario un esfuerzo por parte de todos los actores que conforman nuestra sociedad. Si los funcionarios públicos realizan su trabajo con eficiencia y honestidad, si los empresarios y comerciantes desechan la lógica especulativa que a la mayoría de ellos ha caracterizado, si cada uno de nosotros deja de buscar excusas cada vez que rompemos las reglas, si dejamos de dárnoslas de “vivos” cuando eso implica perjudicar al otro, entonces será posible construir ese gran país que todos queremos: Venezuela. Comunicador y escritor.
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