Pudding de pan... para el Reto de la Marquesa de Parabere

Por Luz Hernando Rubio

¡Feliz día de domingo a todos! Hoy como veis hacemos doblete... eso que me pasa cuando se me suman dos de los retos en los que participo... ¿qué se le va a hacer? ¡No dejar de participar en alguno! ¡¡Pues claro que no!! Jejeje...
Aquí os traigo el postre de hoy, una receta facilona a más no poder que mi abuela llamaba "flan de pan viejo" jejeje, ¡cómo lo oyes! Cuando vi que Estela, que es nuestra anfitriona en el reto de la Marquesa de Parabere, esa gran, gran, cocinera española (¡y bilbaína, para más inri!) de principios del siglo XX que hizo un compendio de recetas de la cocina española espectacular y que mes a mes recreamos gracias a Estela, había elegido para la vuelta al cole entre otras ésta del pudding supe que ya tenía mi receta.

Os habréis dado cuenta que en casa somos aficionados a este postre, pues sí... tengo publicados otros tres puddings dulces, el clásico el de donuts (que es de morirse) y el de manzana y caramelo que en el Norte se come tanto... Pues este de la marquesa, como veréis en la receta es lo más básico que existe, del tipo de que llamaba mi abuela flan de pan viejo, de ese en que necesitas un resto de pan que tengas de otros días y unos cuantos huevos que te sobren, ¡y te montas un postre!
Con el pan pasaba lo mismo, pan que sobraba, se desayunaba en tostadas, se tomaba en sopas de ajo o en la merienda del niño con la leche caliente... o se preparaba pudding.
Mi abuela tenía unas poquitas gallitas, entre 6 u 8, pero de las ponedoras... con lo que mal que bien terminaban mis abuelos cada día con media docena de huevos frescos... así que todo se le iba a la buena mujer en repartir entre todo aquel que podía... hasta que mis tíos le echaron la bronca por regalar huevos por las esquinas, ¿qué pasaba si alguien se ponía malo o lo que fuera? ¡en menudo lío podía meterse! Y aunque tenían mucha razón a la pobre no le resolvía nada... conclusión: cualquiera de nosotros que pasaba por allí se iba con una tortilla de patata, un flan, un pudding y una docena o dos de huevos, en función del número de niños que hubiera en casa.
Según mi abuelo las gallinas eran más un fondo perdido que una inversión, como mi abuela se quería creer, jejeje...

Así que a lo tonto he hecho más de uno y de dos puddings con mi abuela, ¡y nos encantan! Son clásicos, reconfortantes y me recuerdan muchísimo a ella... los hago, como os decía antes con donuts, con croissants si sobran o si compro a posta, jejeje... con los roscones que van por ahí quedando y que jamás tiro... ¡con cualquier resto de pan o masa queda estupendo!
La receta de la marquesa es muy básica... yo la he tuneado un poquito para darle algo de chispa, y en vez de pan, mondo y lirondo lo he hecho con pan de brioche, de estos que venden frescos de barra como de pan de molde, queda jugoso, más suave y con un sabor delicioso.
Y además, en vez de pasas (que a mi hermana no le gustan), le puse orejones cortaditos, y a la mezcla de huevos y leche la aromaticé con canela, ralladura de naranja y un poquito de vainilla.
Una vez hecho lo sirves con miel o sirope de arce, en nuestro caso, ¡¡y te mueres de rico!!
Receta pudding de pan.
Ingredientes para 8 raciones:
- 1 pan de brioche de 250 gramos.
- 250 ml de leche.
- 1 pizca de canela.
- 1 cucharadita de vainilla.
- La ralladura de 1/2 naranja.
- 50 gramos de azúcar.
- 2 huevos.
- Mantequilla para engrasar el molde.
- Un puñado de orejones picados.
Modo de hacerlo:
1. Lo primero de todo es precalentar el horno a 200ºC calor arriba y abajo y engrasar el molde que vayamos a utilizar de mantequilla. Yo para estos puddings siempre utilizo moldes de loaf de Pyrex, funcionan muy bien.
2. A continuación cortamos el brioche en pedazos medianos y los ponemos en el molde junto con los orejones picados. Al principio veréis que el pan no cabe muy bien, hay más cantidad que capacidad, pero presionar un poquito y veréis que una vez añadamos el líquido el volumen baja.
3. Ponemos en un cazo la leche a hervir. Cuando empiecen a formarse burbujas en los laterales apagamos el fuego y reservamos. Mientras se calienta la leche en un bol hermoso batimos y montamos un poco los huevos, le añadimos la vainilla, la canela y la ralladura de naranja y vertemos despacito, atemperando la mezcla, la leche hirviendo. Mezclamos muy bien y vertemos sobre el molde lleno de pan.
4. Veréis que enseguida éste absorbe todo el líquido y se compacta un poquito. Lo metemos en el horno y horneamos durante 30 minutos o hasta que veamos que está cuajado y la superficie doradita.
5. Dejamos templar y servimos calentito con un poco de sirope o mermelada.

Un postre muy clásico que yo repito siempre que puedo. Y un comienzo de temporada del reto de la Marquesa bien apetecible.
Buen domingo a todos!!
Un besazo enorme,
Luz.