Pudin de bizcochos de soletilla

Por Chus37 @PAIRIDIE
Pudín de bizcochos de soletilla: un postre de siempre que nunca falla
Hay postres que nos llevan directamente a la infancia, al calor de la cocina de casa y a esos sabores reconfortantes que nunca pasan de moda. El pudín de bizcochos de soletilla es uno de ellos: sencillo, tradicional y absolutamente delicioso. Y aunque su preparación es bastante fácil, su sabor tiene esa magia especial que lo convierte en un favorito de todas las generaciones.


En un mundo lleno de tartas elaboradas, mousses sofisticadas y postres de autor, el pudín de bizcochos de soletilla sigue brillando con luz propia por una razón muy simple: funciona siempre. Es un dulce económico, versátil, y una opción excelente para aprovechar restos de bizcochos o ingredientes que tenemos en casa.
Además de este pudin de bizcochos te recomiendo el pudin de queso crema, el pudin de manzana y el pudin de café y galletas con canela en microondas.


Un clásico con corazón
Los bizcochos de soletilla tienen esa textura ligera y esponjosa que los hace ideales para empapar con leche, café, licor o lo que prefieras. En el pudin, se convierten en la base perfecta: absorben sabores sin perder su esencia, y al hornearlos con la mezcla de huevos y leche, se transforman en una delicia suave, húmeda y aromática.
Este tipo de postres nacen del ingenio de las cocinas de antes, donde nada se desperdiciaba. Y lo bonito es que, aún hoy, seguimos recurriendo a ellos porque, además de ser prácticos, nos conectan con lo auténtico, con lo hecho en casa, sin prisas ni complicaciones.


Apto para todos los gustos
Una de las grandes ventajas del pudín de bizcochos de soletilla es su flexibilidad. Se puede personalizar con lo que tengas en la despensa: frutas, pasas, canela, ralladura de limón, chocolate… las posibilidades son infinitas. También puedes ajustar el dulzor, o hacerlo sin azúcar para quienes cuidan más su alimentación.
Es un postre que se adapta a cualquier ocasión. Queda perfecto como postre tras una comida familiar, como merienda con un café, o incluso como desayuno dulce de fin de semana. Y lo mejor es que gusta tanto a niños como a mayores. Su textura suave lo hace ideal para todas las edades, y su sabor, tan casero y natural, nunca decepciona.
Ponte el delantal, empezamos ya.


PUDIN DE BIZCOCHOS DE SOLETILLA

INGREDIENTES:
  • 300g de bizcochos de soletilla
  • 200ml de leche entera
  • 250ml de nata para montar / crema de leche
  • 4 huevos grandes o 5 medianos
  • 100g de azúcar
  • 1 cucharada (sopera) de aroma de vainilla
  • Caramelo líquido


PREPARACIÓN:
  • Precalentar el horno a 170º con aire.
  • Caramelizar un molde de 22cm.
  • Desmenuzar los bizcochos de soletilla en un bol.
  • Mezclar la leche y la nata en un recipiente y calentar ligeramente en el microondas. Cuando estén templadas verterlas sobre los bizcochos desmenuzados, remover para empaparlos bien y dejar reposar 4 o 5 minutos.
  • Batir los huevos con el azúcar y agregarlos a la preparación anterior junto con la vainilla. Mezclar bien todos los ingredientes.
  • Vaciar la crema obtenida en el molde caramelizado y cuajar en el horno, a baño María, durante 40/45′ aproximadamente (el tiempo depende de cada aparato).
  • Retirar y dejar enfriar a temperatura ambiente.
  • Guardar el pudin de bizcochos en el frigorífico un mínimo de 3 horas para que coja consistencia (mejor de un día para el otro).
  • Desmoldar y servir.


Prepararlo es un placer
No hace falta tener experiencia en repostería para hacer un pudin de bizcochos. Basta con mezclar, verter, hornear. Es una receta que invita a relajarse, a disfrutar del proceso y a compartir después con quien más quieras.
Además, es un excelente recurso para involucrar a los más pequeños en la cocina. Romper bizcochos, mezclar ingredientes o simplemente observar cómo el pudin se cuaja en el horno son momentos que pueden convertirse en recuerdos entrañables.
Conserva, comparte, disfruta
Otro punto a favor: el pudin de bizcochos se conserva muy bien en la nevera, por lo que puedes prepararlo con antelación. De hecho, algunos dicen que está aún más rico al día siguiente, cuando los sabores se han asentado. Puedes servirlo solo, con nata, con un poco de mermelada o una bola de helado si buscas un toque más festivo.
¿Te animas a prepararlo?
Si ya estás imaginando el sabor del pudin de bizcochos de soletilla, no lo pienses más. Sigue el paso a paso de la receta y descubre lo fácil que es disfrutar de un postre que sabe a hogar.


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