Después de varios intentos infructuosos para acercarnos a esta villa medieval, debido a las condiciones del tiempo, por fin pudimos acercarnos a conocer este pueblo situado sobre una meseta junto al río Alberche.
Para llegar a Escalona sólo disponemos de dos vía en coche por la carretera que une Ávila con Toledo, y en autobús desde Madrid.
Una vez estemos llegando al pueblo veremos la silueta de su imponente castillo junto al río Alberche, el paso se realiza por un puente estrecho, hasta el punto que solo existe un carril de circulación para ambos sentidos, por lo que los coches deben cederse el paso.
Una vez en Escalona, lo primero que veremos es el castillo, que debemos su construcción a Álvaro de Luna en el siglo X. Lamentablemente su estado actual difiere mucho de su esplendor pasado, y debemos en este caso no achacarlo al expolio o a la dejadez sino a los franceses durante la Guerra de la Independencia, que mandaron quemar el castillo. Aunque el acceso al castillo había estado disponible, no contaron que este verano, habían cerrado el castillo por peligro de derrumbe de las murallas, una pena así que sólo podremos ver el exterior.
Si queremos hacer la mejor foto del castillo el mejor punto es al otro lado del río Alberche, desde donde podemos coger una panorámica completa de la fortaleza.
Seguimos nuestro camino al siguiente de los puntos de interés, la plaza Mayor, típica plaza castellana rectangular. En el centro encontramos un quiosco de música y en un lado el antiguo ayuntamiento, hoy biblioteca municipal.
Dentro de la biblioteca se encuentra un pequeño museo donde conocer un poco la historia de este pueblo. Entre las anécdotas encontramos que esta plaza aparece en un pasaje Lazarillo de Tormes, o que el castillo fue en su momento alcázar árabe.
Muy cerca de aquí se encuentra la iglesia de San Miguel Arcángel, esta colegiata fue restaurada en 2007, lo que nos permite desfrutar de su interior, en el que destaca su retablo barroco.
Puerta de San Miguel
Desde aquí nos dirigimos a una de las puertas de la antigua muralla, la puerta de San Miguel, sobre la que se asienta una torre. Actualmente se conserva una puerta más la de San Vicente en el otro extremo, además de algunos lienzos de la muralla en diferentes puntos del pueblo.
Salimos por la puerta de la muralla para llegar al Convento de las Concepcionistas Franciscanas. En el convento todavía viven las monjas así que el convento sólo se puede visitar en horario de misa. Aún así llamamos para que nos permitieran acceder a una de las capillas.
Para finalizar la visita decidimos bajar a la playa del río Alberche, uno de los entornos únicos de Escalona, ya que el río a su paso por la villa, forma una playa de arena fina.
Playa del río Alberche
Finalizamos nuestra visita por este pueblo medieval, una visita recomendable si estamos recorriendo Toledo, si bien el cierre del Castillo, es un punto a tener en cuenta.
Más información de Escalona
Web Oficial de Turismo de Escalona: www.escalonaturismo.com
Dónde dormir en Escalona
No vimos mucha oferta hotelera en el lugar, por lo que por su proximidad con Toledo es preferible alojarse allí para recorrer la zona. Si no quieres perder el tiempo buscando entre los cientos de alojamientos de Toledo, te lo ponemos fácil aquí tienes los alojamientos más interesantes.
Dónde comer en Escalona
Normalmente cuando vamos a un sitio solemos huir de las plazas mayores debido a que suelen ser las zonas más caras. En este caso nos llamó la atención un bar junto a la biblioteca llamado La Plaza. Altamente recomendable, el precio era adecuado, y disponía de raciones típicamente castellana, y algunas cosas fuera de lugar como un Durum, pero nos sorprendió, pedimos un picadillo de chorizo y unas patatas mixtas y el tamaño era fuera de lo normal. Además sacaron una paellera llena de migas y las repartieron entre los cliente, un gran detalle.
Platazo de picadillo de chorizo
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