¿PUEDE EL DIÁLOGO DESTRABAR?.
Es posible que mañana la tecnología para explotar el gas esquisto (shale gas) permita reemplazar el petróleo en la economía global. Y es posible también que el nuevo material llamado grafeno reemplace al cobre en el siglo XXI.
De ser así, nuestras exportaciones de cobre están irremediablemente condenadas a disminuir lentamente y nuestras reservas de gas natural a quedarse en el subsuelo donde están.
El Perú produce oro, sin embargo. Y el oro es el lugar en el que la economía global se refugia en las recesiones.
De manera que debemos seguir invirtiendo masivamente en oro, que es un seguro para cuando llegan las vacas flacas. Y en minerales y energía mientras la economía global lo permita. Ese es nuestro respaldo, pero no nos va a bastar en el futuro.
La pregunta es entonces cuál es el nuevo horizonte, hacia donde debe crecer el Perú en lo sucesivo, en un mundo de materias primas y energía baratas.
El planeamiento estratégico que necesitamos debe tratar de responder esta pregunta simple con una respuesta concreta, no con una docena de alternativas difusas. Si no queremos exportar mano de obra barata y no tenemos ventajas competitivas en materiales nuevos, nanotecnología o tecnología de comunicaciones, el horizonte del Perú del siglo XXI tiene que estar en la diversidad ambiental.
Eso significa que la política correcta sería aprovechar la ventana de oportunidad de las décadas que aun nos queda en la exportación de materias primas para crear un entorno institucional que permita atraer masivamente inversión de capital para investigar, patentar y exportar biotecnología desde el Perú a la economía global.
Esta es la industria que necesitamos para el siglo XXI y nada con chimeneas del siglo XIX. ¿Puede el diálogo del gobierno con los partidos destrabar ese mecanismo, liberar esos recursos y abrir el camino?
FUENTE: BLOG DE JORGE MORELLI. http://www.expreso.com.pe/blogs/jorge-morelli