¿Puede Escocia volver a la Unión Europea si se independiza del Reino Unido?

Publicado el 27 abril 2021 por Juan Juan Pérez Ventura @ElOrdenMundial

Escocia podría volver a la Unión Europa si se independiza del Reino Unido y sigue los pasos de cualquier otro país candidato. En 2016, un 62% de los escoceses votaron en el referéndum del brexit a favor de permanecer en la Unión Europea. Sin embargo, la votación en todo el Reino Unido se decantó por la salida, y el país al completo —Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte— abandonó la Unión en 2020. Sin embargo, buena parte de la población de Escocia desea la independencia y aspira a regresar al bloque comunitario si se constituye como Estado soberano fuera del Reino Unido. 

El Partido Nacional Escocés (SNP), de ideología nacionalista, es el principal partido de Escocia. El SNP defiende que la votación en Escocia favorable a permanecer en la UE implica que el territorio abandonó el bloque contra su voluntad. De esa manera, los nacionalistas ven legitimada la necesidad de convocar un segundo referéndum de independencia después del de 2014, en el que un 55% votó a favor de permanecer en el Reino Unido. El Parlamento escocés, sin embargo, no puede aprobar una nueva votación sin un consenso con el Gobierno británico, que de momento se opone.

La ministra principal de Escocia y líder del SNP, Nicola Sturgeon, afirma que no contemplan una convocatoria unilateral, pues considera que el reciente ejemplo de Cataluña, cuyos líderes intentaron avanzar hacia la independencia sin negociar con el Gobierno español, no fue fructífero. El éxito de la estrategia independentista de Escocia puede pasar por una victoria en las elecciones escocesas del 6 de mayo de 2021, en las que, según los sondeos, el SNP conseguiría una amplia mayoría parlamentaria. Este logro reforzaría las pretensiones del nacionalismo escocés y aumentaría la presión sobre el Gobierno británico para permitir un segundo referéndum de independencia. 

El voto del brexit

Tras una hipotética victoria independentista en un nuevo referéndum, los nacionalistas estiman que necesitarían una transición de al menos un año y medio para constituir el Estado escocés. A continuación, podrían solicitar la entrada en la Unión Europea a través del mismo proceso de cualquier otro país candidato. Pero ni siquiera dentro del sector nacionalista hay consenso sobre si desean reincorporarse a la UE, pues algunos colectivos minoritarios prefieren una relación “al estilo noruego”. Esta relación implica formar parte de la Asociación Europea de Libre Comercio —de la que el Reino Unido fue miembro antes de entrar en la UE— y participar así en el Espacio Económico Europeo sin ser miembro de la Unión. Aún así, la mayoría de los escoceses todavía son proeuropeos.

La base jurídica del ingreso de un país en la Unión viene determinada por el Tratado de Maastricht de 1992. El artículo 2 describe los valores en los que se fundamenta la UE, que los Estados miembros deben cumplir, y el artículo 49 establece los criterios de adhesión. Países candidatos como Albania, Montenegro o Serbia están adaptando sus estructuras institucionales, legales y económicas a las que requiere la UE para convertirse en Estado miembro. Los criterios de acceso van desde alcanzar determinados indicadores económicos, como un nivel de déficit inferior al 3%, hasta el respeto a los derechos humanos y el compromiso de entrar en la unión monetaria. Además, para firmar el tratado de adhesión con la UE, las instituciones europeas y el resto de Estados miembros deben consentir la entrada del nuevo país, bien por referéndum bien por aprobación parlamentaria. 

Escocia tendría la ventaja de que, al haber sido miembro de la Unión durante casi cinco décadas, ya tiene asumido ese acervo comunitario de principios y leyes requerido para entrar. Cuando el Reino Unido ingresó en la UE en 1973, incorporó la legislación europea a su ordenamiento jurídico. Por tanto, Escocia tendría que conseguir su independencia del Reino Unido tras una victoria secesionista en un segundo referéndum, asentarse como un Estado estructurado y competente, cumplir los criterios de adhesión y contar con la aprobación de la UE. El proceso podría llevar más de cinco años y tendría algunas complicaciones, sobre todo en cuanto a la incorporación al euro o la política pesquera. De llegar a buen puerto, sentaría un precedente importante en el seno de la Unión, al mostrarle el camino a otros territorios europeos con presencia de movimientos independentistas.

¿Hacia un segundo referéndum de independencia en Escocia?

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