En la actualidad, con los innumerables avances tecnológicos que se encuentran a nuestro alcance y presentes en nuestro hogar día a día, es un hecho que los más pequeños de la casa, en su mayoría, se hallan sumergidos en todo lo relacionado con los dispositivos tecnológicos como tablas, computadoras, celulares, entre otros, dedicando gran parte de su tiempo libre al uso de estos , bien sea visualizando programación infantil o entreteniéndose con sus videojuegos favoritos , desaprovechando la oportunidad de realizar otras actividades acorde a su edad y de relacionarse con otros niños. Frente a la situación expuesta anteriormente nos surge un interrogante ¿hasta qué punto esto puedo afectar el desarrollo personal e intelectual de los más pequeños?, ¿Puede esto interferir en como el niño interactúa con otros niños? ¿Puede un niño volverse adicto a estos dispositivos?
Aun cuando muchos padres encuentran como solución a los estados de intranquilidad de sus hijos el proveerles de estos dispositivos, dicha acción acarrea consigo consecuencias negativas, que pueden llegar a perjudicar el desarrollo de los niños. Estudios han demostrado como el uso de smartphones por parte de los más pequeños de la casa con edades comprendidas entre los 8 y 13 años durante más de 2 horas diarias, puede llegar a aumentar los riesgos de padecer problemas de concentración e hiperactividad, presentando en su mayoría un bajo rendimiento escolar, además de poco acercamiento con padres y problemas con compañeros de clases ,otro estudio de origen británico, encabezado por el doctor Ben Carter , dejan en evidencia que el uso prolongado de dispositivos tecnológicos en niños pueden llegar a perjudicar el sueño de estos obteniendo como resultado trastornos del sueño, ocasionando un mal descanso, que en su mayoría los niños desarrollan la adicción de permanecer conectados a estos dispositivos.
Un estudio de la Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría indica que los bebés de 0 a 2 años no deben tener ningún contacto con esta tecnología, los niños de 3 a 5 años deberían restringir el uso de los dispositivos a una hora por día, los niños y adolescentes de 6 a 18 años a 2 horas por día.
Sin duda alguna en muchas ocasiones la tecnología puede llegar a facilitar la vida cotidiana, pero una mala supervisión por parte de los padres, en el uso descontrolado de estos dispositivos por los niños solo acarrea el surgimiento de niños dependiente y adictos a los dispositivos.
Es sumamente importante que los niños puedan disfrutar plenamente la etapa de la niñez, que puedan aprender a compartir al relacionarse con otros niños de su edad, que realicen actividades al aire libre interactuando con la naturaleza, practicando deportes en donde puedan aprender a trabajar en equipo, participando en actividades familiares donde afiancen la relación con sus padres , correr, jugar a las escondidas, participar en juegos de mesas, salir a parques ,visitar museos , ir a piscinas, hacer amistades… y es el deber de los padres permitirles a sus hijos el poder disfrutar de su niñez, supervisando en todo momento el uso de dispositivos que consumen el tiempo y la energía de sus hijos.