Puente

Por Maru
Puente, Márgara Averbach, 2008. Comunicarte.

Sin historias, no hay ningún mundo. Y esta historia es sobre dos mundos diferentes, separados por una grieta. 
En los días en que empezó la historia, el pueblo se alzaba a espaldas del Pozo Largo, como si el Pozo no estuviera ahí, como si no existiera. Se decía que, una vez, alguien había bajado hasta el fondo, pero era solamente una leyenda y, en la leyenda, nadie había vuelto a subir. No parecía una leyenda importante. En ese pueblo, hasta la noche del espanto, la vida de los nuevos parecía buena.

Ya había leído otros libros de Márgara y, después de tenerla de profesora en un seminario muy interesante, empecé a sospechar que cualquier cosa que escribiera me iba a gustar. Entonces, este año, dando vueltas en la feria del libro, me crucé con esta novela y, sin leer la contratapa, lo compré, porque sabía que de alguna forma el libro me iba a gustar.
Sí, me gustó (¡menos mal!). Puente toma los tópicos que sé que le interesan a Márgara (por sus otros libros, por sus clases, por sus exposiciones en congresos) y los pinta con otros colores y les da otros personajes.
Vientos de cambio, pueblos con historias y rondas, amores de miradas, naturaleza (abundante, viva, compañera), crecimientos, lenguajes, y vida, mucha vida.
Puente narra la historia de un pueblo azotado por una noche de acontecimientos terribles que se ve obligado a escapar. Los nuevos, los más jóvenes, desarrollan todo un plan que puede salvarlos pero que también implica muchos cambios y pasos nuevos.
La historia del puente se teje sobre otras historias y otras inquietudes que descubren los personajes a lo largo de la novela y que están llenas de sentimientos profundos, sencillez y claridad. Nuevamente, Márgara escribe con palabras que parecen latir y moverse como las hojas de los árboles. Su prosa es clara, directa y envuelta en verdes y tierra, todo al mismo tiempo.
La naturaleza es otro de los personajes principales, y posee un lugar muy especial en esta novela (como en todas las de Márgara). Hay algo muy particular en la forma en que la naturaleza cobra vida en las novelas de Márgara, y en Puente vuelve a funcionar.
Puente es una historia sobre una vida (la del pueblo) y muchas vidas (la de los jóvenes, los ancianos, los acarreadores) que se animan a mirar a otro lado, a lanzarse, a construir y conocer y a, finalmente, escribir nuevas historias, sus propias historias.