Nada más llegar al puerto te encuentras con un muelle donde los barcos de pesca se entremezclan con la compañía de ferrys Fred Olsen, que cubre los trayectos desde Las Palmas a Tenerife y viceversa en tan solo una hora. Detrás del muelle, se puede ver un paisaje impactante con el pinar de Tamadaba haciendo sombra y muralla sobre Agaete.
Pero lo que nos ocupa de este artículo es el título. Un Dedo de Dios que estuvo en la vida de los agaetenses durante muchos años. Se formó por la acción erosiva del mar que iría moldeando la roca hasta tomar forma como de un dedo, tomando el nombre de Dios, por el escritor Fray Lesco, desde ese entonces sería símbolo de Gran canaria, pasando a ser parte de una atracción turística.
En el año 2005 la tormenta tropical Delta que azotó la isla, ocasionó el derrumbe y caída bajo el mar de tan apreciado tesoro. Aquí comenzaría un debate para ver si era conveniente o no la restauración del mismo, pero finalmente se optó por dejar lo que la naturaleza había fabricado y con la misma había desecho.
Si algún día visitan este pueblo pesquero, recuerden que no sólo estaba la mano de Dios que hizo célebre el futbolista Diego Armando Maradona, en Agaete también estuvo el Dedo de Dios.