Pues no, no somos iguales. Porque todos somos distintos. Día internacional de la discapacidad.

Por Vanesapp

Andaba yo hace unos días pensando qué podía escribir, compartir, con motivo del día de la discapacidad.

Siempre he sido muy reivindicativa con los "dias de". Celebramos muchos día de algo con todos los faustos del mundo, atención mediática, empatía del mundo mundial, pero luego, como la cenicienta, al dar el reloj las doce, ¡puf!, se desvanece y ya ese "de" desaparece del mapa hasta el año que viene. Y eso es algo que siempre me ha enojado, me ha cabreado y mucho.

De un tiempo a esta parte, supongo que por madurez, porque mi visión del mundo va cambiando, no lo he visto tan mal, es más, lo he visto hasta necesario. No quiero que te olvides el resto del año porque lo creas o no, no desaparecemos del mapa, y por eso el día 3 de diciembre te recuerdo, te recordamos que estamos aquí. Hacemos ruido, mucho ruido, a ver si conseguimos dejar un eco que retumbe al menos un año más.

Que sí, que mi hijo tiene un 65% de discapacidad y lo tiene durante 365 días al año. No hay un día de descanso en el que digas "¡eh tú, hoy vamos a levantarnos neurotípicos y vamos a hacer cositas neurotípicas!". Pues no.

Que sí, que es mi hijo y eso me afecta a mí y a mi entorno,

Pero de nuevo el pero...

No tengo tan claro yo que no te afecte a tí.

Y es que el mundo es diversidad.

No vivimos en mundos paralelos. No.

Compartimos calles, metro, centros comerciales, edificios, durante todo el año.

Estamos destinados mi hijo, tú y yo a encontrarnos. Quizás con otras caras, en otras ciudades o circunstancias, pero tarde o temprano nos encontraremos. ¿Y qué harás? ¿Pasar pena, vergüenza por no saber como actuar ni cómo preguntar, apuro, miedo por si te hace algo, rechazo?

Porque a lo mejor si sabes, si conoces, si has oído hablar aunque sea un poco, si has leído algo aunque sea de soslayo, si estás llegando a comprender, a aceptar, a lo mejor, comprenderás que tenemos los mismos derechos y obligaciones. Somos familias también, como tú, pero esos derechos que sabes que nos corresponden, ¡ay!, los tenemos un pelín más lejos de nuestro alcance y, a lo mejor, en un futuro puedes ayudarnos a conseguirlos.

Que no sé yo si los padres y madres que nos desnudamos, que nos exponemos dia a día por estos lares conseguiremos algo, pero al menos una servidora, desde su situación es lo más que puede hacer.

El día 3 es todos los días en mi casa porque todos los días se tiene muy presente la discapacidad con todos los logros que no llegan pero también con las pequeñas victorias.

Para mí, lo mejor que podemos, que puedo hacer es mostrar, enseñar el día a día, lo que sentimos, hacemos y pensamos. Y para ello necesito que estés abierto a aprender, a preguntar, a investigar conmigo y por mí.

Igual ese día que nos encontremos podrás mirarnos con otros ojos no de extrañeza, ni misericordia.

Porque no, iguales no somos, nunca lo seremos.

Pero ¿no somos todos distintos?