Pues vuelven Sugarless

Por David Gallardo @mercadeopop


Hubo un tiempo, a principios de siglo, durante el que mis tres grupos favoritos eran Vacazul, Super Skunk y Sugarless. Les descubrimos en el barrio por casualidad, como pasaban antes un poco las cosas, por algún comentario de alguien, por alguna cinta mal grabada de algún otro. Ese tipo de movidas cercanas a la magia.

El hardcore, el jodido rock que se hacía cerca de ti, te sobrevenía si así de alguna manera lo sentías. Ivahn de Sugarless aparcaba la furgo en Campamento y cada día la veía y como parte de algo me sentía. Eso estaba pasando ahí al lado y te metías en la movida de una manera muy diferenciada.

Había un movimiento que no debe perderse. El de vamos a ver a estos o a aquellos, que son del barrio. Sería una lástima. En Carabanchel, por fortuna, tenemos el Gruta77 que es, muy posiblemente, el mejor garito rockero de España. Y lo mejor de todo es que vuelvo a casa caminando.

Antes lo frecuentaba mucho más. Recordemos que estoy hablando de cosas que pasaban hace ya casi veinte años. Pero recientemente acabamos allí después de ver a La Polla Records en el WiZink y sigue igual. Es uno de esos lugares que son casa. Y sigue cerrando tan tarde que desconozco la hora exacta de cierre, lo cual te abre un abanico de perversión formidable.

Y allí, en el Gruta77, vi en su momento a Super Skunk y Sugarless -no así a la Vacazul, a saber por qué-. A los primeros, el 22 de diciembre de 2001, concretamente, dos días después de cumplir 23 años. No recordaba haber escrito ESTO que hace de crónica o algo similar. Qué movida, cuántas cosas nos van pasando.

A los segundos, que es a lo que vamos, les vi en 2003 presentando su tercer disco, 'Vértigo', que me sigue encantando. De ese no hay crónica y tampoco sé por qué. Qué movida, cuántas cosas nos van pasando -Mercadeo Pop nació en 2007 así que todo lo que hay desde antes lo hice después y tengo pendiente completarlo, aunque sea una ilusión loquísima-.

Sugarless molaban que te cagas. Había ira, había melodías, había caña matraca. Había actitud y eran del barrio, reitero, lo cual lo hacía todo aún más emocionante. En unas fiestas del PCE también les vimos, cuando ir a la Casa de Campo a darlo todo y acabar tomando mojitos en la caseta de Cuba era tradición anual.



Vacazul derivó en Depedro -su cantante- que ahora va a llenar La Riviera tres veces. Y el bajista de la Vacazul, Javier Vacas, es su mánager y está en Los Coronas y Sex Museum, de modo que todo queda en casa. Y Super Skunk recurrentemente tocan en Barracudas y cosas así, aunque ahora coincidir es mucho más complejo: Me encantaría.

Y luego está lo de Sugarless. Ivahn era su reconocifle cantante con sus rastas -y su furgo molona-. Pero como la cosa no iba a más se la jugó por el lado comercial de la vida y se transformó en Huecco. De puta madre por él ejerciendo su libertad, aunque voy a dejar por escrito que hubo decepción en los bares del barrio. Por supuesto que la hubo y ahí lo tenemos grabado.

Con el tiempo, le entrevisté en Europa Press y no pude por menos que sacar el tema. Sin acritud, joder, que somos adultos. Pero es que desde 'Abre tu sonrisa' hasta 'Pa mi morena' hay por lo menos 18 vidas intermedias. Desconozco los detalles, así que tampoco vamos a fliparnos con esto, pero la cosa es que en 2006 se acabó Sugarless (Sucralix según mi amigo Jacobo que se montó en un ascensor con ellos en los locales de estudio Matilda y ese nombre le salío para descojone generalizado).

Pero que eso, que vuelven Sugarless. Regresa, por tanto y de alguna manera, una parte de unos chavales de Aluche y Carabanchel. Si Rage Against the Machine han vuelto para tocar el esa pedazo de ofensa a la dignidad humana que es Coachella... pues ahora se viene Sugarless y me encanta.

Con un cantante nuevo, porque Ivahn ya no existe. Pues fenomenal. La historia está plagada de bandas a las que le fue mucho mejor con nuevos cantantes. Igual que la historia está plagada de bandas que se quedaron en el camino. Sugarless es una de ellas: Y están maravillosamente de vuelta.