Aldón pirulero, ¿cómo es eso de que cada cual atiende su juego? El involucramiento es vital para que se produzca encuentro.
Quien arriesga más se lleva. Y sólo en el caos se asimilan los cambios porque lo prolijo, lo excesivamente ordenado, no da paso a que se piense la situación desde otra perspectiva.
Sumo, y luego multiplico.
Ni mejor ni peor. Dis-tin-to. Es otra persona.
Y no soy quién para remarcarle todos los aspectos de autoobservación que tiene delante de sus ojos. Porque los ojos son suyos.
Dejar de buscar al que no muestra es parte del proceso. ¿Qué aporta? Y sí, si no deja ver sus cartas no hay nada más que hablar, ni que preguntar.
Preferiblemente sin ira, pero que se vaya a la puta que lo parió sino… El hacerse el pobrecito ya no me encaja.
¡Soltá más! ¿Hay necesidad de mendigar cariño cuando se comprobó que sanamente fluyen los mejores vínculos?
Qué es sano, surge entonces. No algo resuelto con moño, sino sentirse entero para dar un paso más. No dejar de darlo, si a la larga la vida es eso, continuo.
Me quiere / no me quiere… Se marchita enseguida así, demasiada polaridad para que el amor se haga su espacio.
SUELTO. De cuerpo.