Aprovechando mis vacaciones en Palencia he tenido la gran suerte de poder conocer en persona a Simón ¡qué ganas tenía ponerle cara! El cual nos enseñó la fábrica de Cascajares enterita, pero esto será el tema de otra entrada porque ello lo merece.
Quise acompañarla de una frittata de patatas con cebollas caramelizadas para que fuera plato único (el cual fue imposible acabar y mira que somos comilones).Os dejo con la receta de la frittata que es lo único elaborado de esta maravilla de comida.
- 1/2 Kg de patatas.- 1 cebolla grande.- 1 diente de ajo. - 2 huevos.- 1 y 1/2 cucharadas de vinagre balsámico.- 1 cucharadita de azúcar moreno.- 1/2 cucharadita de sal.- /14 cucharadita de pimentón dulce.- 1 cucharada de perejil picado.- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen.
Preparación:
Pelar y cortar en lonchas de 1/2 centímetro las patatas. Cocerlas en agua salada durante 5 minutos o hasta que estén tiernas. Mientras sofreiremos la cebolla cortada en juliana, en tiras largas y finas, en 2 cucharadas de aceite; durante 10 minutos o hasta que vaya cogiendo un color dorado y se vaya ablandando. Pasado este tiempo añadiremos el vinagre balsámico y el azúcar moreno y dejaremos que se este se deshaga durante 2 minutos.En un cuenco mezclaremos los huevos con la sal, el pimentón, el perejil y el ajo picado muy finamente, lo reservaremos.En una fuente apta para horno pondremos en la base una capa de lonchas de patatas, haciendo una cama, encima colocaremos la cebolla caramelizada y sobre todo ello verteremos la mezcla hecha con los huevos. Meteremos en el horno, precalentado arriba y abajo, a 180º unos 15 minutos.
Acompañaremos esta rica pularda, de sabor intenso, con la sutileza y el toque de dulzor de la frittata.