Este avispado individuo se ha dado cuenta de que puede forrarse a costa de Paul aunque el bicho no esté con él. Todo lo que tiene que hacer es comercializar la marca “Pulpo Octopus Paul” en exclusiva para la Comunidad Europea. Y sólo es necesario registrar la marca en la organización de patentes, para lo que ya ha efectuado la necesaria gestión, pidiendo su uso para todo tipo de productos.
La licencia puede tardar unos seis meses, y es posible que para entonces Paul esté muerto, pero el bicho va a ser como Elvis y otros personajes, y va a dar más dinero muerto que vivo. Ya existe una tarifa de teléfono Pulpo Paul para llamadas cortas.
En fin, que sepáis que cuando uséis algo con la imagen del pulpo, estaréis haciendo rico a un italiano al que todavía no podemos poner nombre ni cara.