Tengo vicio, que no debilidad, por los cefalópodos y afortunadamente me los permite mi dieta. El otro día en Canal Cocina ví al chef italiano David Rocco hacer esta receta, añadiéndole alcaparras y anchoas. Yo he preferido la sencillez, por sabor y porque muchas veces no tenemos a manos alcaparras, que no son botecitos que tengas en casa como el aceite o la mantequilla, la sal o la harina. Me da a mí que los que tienen alcaparras en la despensa tienen también champán o cava refrescando en la nevera, pero este no es mi caso, mi nevera gravita sobre desmesurados niveles de ordinariez, la pobre, con mogollón de tuppers con comidas, restos de comidas y cosas con vida propia que véte tú a saber qué son; cuando veo uno de esos tupper/polstergeist los tiro a la basura sin abrir, vaya a ser que me coma el bicho a mí.
Tengo vicio, que no debilidad, por los cefalópodos y afortunadamente me los permite mi dieta. El otro día en Canal Cocina ví al chef italiano David Rocco hacer esta receta, añadiéndole alcaparras y anchoas. Yo he preferido la sencillez, por sabor y porque muchas veces no tenemos a manos alcaparras, que no son botecitos que tengas en casa como el aceite o la mantequilla, la sal o la harina. Me da a mí que los que tienen alcaparras en la despensa tienen también champán o cava refrescando en la nevera, pero este no es mi caso, mi nevera gravita sobre desmesurados niveles de ordinariez, la pobre, con mogollón de tuppers con comidas, restos de comidas y cosas con vida propia que véte tú a saber qué son; cuando veo uno de esos tupper/polstergeist los tiro a la basura sin abrir, vaya a ser que me coma el bicho a mí.