Punto y seguimos | A merced de los amantes de la guerra

Publicado el 20 noviembre 2024 por Jmartoranoster

¿EE. UU. llevarán al mundo a una nueva guerra mundial?

Parece que el presidente estadounidense Joe Biden y la Administración demócrata saliente dejarán un hito nefasto a sus espaldas justo antes de entregar a Donald Trump el salón Oval. La autorización a Ucrania del uso de misiles estadounidenses de largo alcance para posibles ataques a territorio ruso, a sabiendas de la advertencia del Kremlin de que tales acciones serían consideradas una declaración de guerra por parte de la OTAN, acerca al mundo a un conflicto de proporciones colosales. A casi 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial, parece que poco se ha aprendido, considerando además que muchos repetirían como actores estelares.

Estados Unidos, los más favorecidos de la anterior guerra, con la mayor ganancia política y económica y la menor pérdida de recursos humanos y materiales, ahora se presentan como instigadores directos, manipulando al títere presidente de Ucrania y liderando la política de una Europa vergonzosamente sumisa. Tal como antes, los yankees mantienen los escenarios de fuego lejos de su territorio, mientras se lucran con la venta de armas y tratan de debilitar a Rusia, desviándola de sus labores como país referente del nuevo polo de poder y alianzas que se forman fuera del control gringo, como los Brics. Una Rusia con guerra dentro de sus fronteras y atacando a países de Occidente es vista como una bella postal para EE. UU., que a la paz la violenta como concepto desde que se erigió como nación independiente.

Donald Trump prometió durante su campaña cesar la guerra en Ucrania para centrarse en la recuperación de la economía y el viejo poder del país, y si le creemos a alguien que es conocido por ser un mentiroso compulsivo, la jugada de Biden le dejaría a Trump “un muerto con alfombra y todo”, especialmente si se llegan a dar acciones militares reales entre la OTAN y Rusia antes de que asuma la presidencia. Por otro lado, si todo era palabrería electoral, quedamos a la expectativa de lo que hará el republicano, quien hasta el momento ha tratado de crear un perfil de supuesto acercamiento con Putin, incluyendo una llamada telefónica después de su elección que ha sido negada por el Kremlin. Mentiras y más mentiras, pero ¿con qué fin?

¿Estamos realmente a las puertas de otra gran guerra? Hay indicios suficientes de que la “gran potencia” de los últimos años, con su decadencia económica, política y moral, sería más que capaz de llevarnos a todos a una espiral de destrucción, confiando en una victoria sustentada en nada excepto su complejo de superioridad.

Mariel Carrillo García