Puntúame: la opinión en tiempos de la web 2.0

Publicado el 31 julio 2014 por Saludconcosas @manyez


Una de las webs que siempre se ha puesto como ejemplo de la inteligencia colectiva y de la colaboración entre usuarios en la red es Tripadvisor, la clásica web de opinión y puntuación de hoteles creada en el año 2000. Su funcionamiento es muy sencillo: la web incluye todos los hoteles y alojamientos de una ciudad y cualquier persona puede puntuarlo y escribir una opinión sobre su experiencia.Curiosamente, con el paso del tiempo y pese a las críticas de algunos hoteles por la posibilidad de manipular las opiniones, la puntuación global de Tripadvisor y sus certificados de excelencia forma parte ahora del escaparate de muchos hoteles.Esa cultura de colaboración y cocreación en base a las opiniones saltó hace años al sector sanitario. Y así, empezaron a aparecer webs para valorar y opinar a los médicos de forma pública como las estadounidenses Vitals o Healthgrades centradas en profesionales privados o la española Doctoralia. En el sector público, el NHS lanzó un proyecto muy parecido para puntuar los centros sanitarios y las unidades asistenciales en su web NHS Choices (aquí un ejemplo).Posteriormente, esta cultura de apertura y de opinión abrió el camino a la transparencia en la publicación de resultados en el sistema público. Y así, poco a poco se fueron publicando resultados de actividad, indicadores de calidad, e incluso datos de mortalidad ajustada en especialidades quirúrgicas. Uno de los debates más habituales alrededor de estas iniciativas es si estas puntuaciones pueden perjudicar el futuro de los profesionales con peores puntuaciones.Precisamente, hace unos días ha saltado a los medios la noticia (aquí el análisis de Enrique Dans) de una bloguera francesa que ha sido condenada a pagar una indemnización a un restaurante por hacer una crítica negativa en su blog. El propietario del restaurante la demandó y exigió una compensación por la pérdida de clientes al aparecer dicha crítica cuando se buscaba en Google su restaurante.¿Tiene algún límite la transparencia y la opinión libre sobre profesionales de la salud en las redes? ¿Llegará el día en que alguien reclame por una mala puntuación o un comentario negativo por un mal resultado quirúrgico? La potencia de las redes es casi infinita, así que es necesario entender el cambio social que implica la web 2.0. Antes la gente hablaba y criticaba en la calle, en el mercado, en cualquier sitio... ahora siguen haciéndolo, pero el mercado es ahora público, accesible y global. Miedo, sí... Pero el cambio tiene estas cosas.