Sabes el dolor en los músculos que sientes después de un día de ejercicio intenso?
Es para recordarte cómo te sentirás cuando seas viejo si no repites.
¿La sensación de fracaso después de que te rechacen diez clientes seguidos?
Está ahí para que sepas cómo te sentirás en unos años si no llamas a otros diez.
¿La pena ante un amor no correspondido?
Es lo que te espera si no vuelves a intentarlo.
Imagina que esas cosas no te afectaran.
¿Dónde estaría la recompensa cuando salieran bien?
¿Dónde ibas a encontrar la motivación para volver a intentarlo?
Te digo esto porque lo que cuento en el newsletter te va a fastidiar. Ese va a ser el primer sentimiento que te va a provocar.
Si eres copywriter más que fastidio será jodienda. Te va a doler.
Vas a decir, «Me cago en la puta qué pedazo de cabrón el tipo que escribió este anuncio.»
Y empezarás a decirte un montón de mierda acerca de tu trabajo y los textos que has escrito antes.
Pero si te sobrepones a eso…
Si te sobrepones a eso y aguantas un poco más, enseguida encontrar un enorme placer.
Tras leer cómo destripo uno de los mejores anuncios con los que me he cruzado, un auténtico festival de escritura persuasiva –persuasiva e ingeniosa– entenderás por qué esa cosa tan creativa que hiciste no vende. Te darás cuenta de que no es culpa del público, ni del producto, ni del tamaño de tu audiencia.
Y el giro que tienes que darle a tus mensajes anteriores para convertirlos en potentes máquinas sepsuales vendedoras.
Y entonces, en ese momento justo, te pondrás muy cachondo.
Llegarás al climax.
Decenas o cientos de ideas empezarán a llamar a tu amigdala y te darás cuenta que, de repente, tienes material altamente creativo y vendedor para crear anuncios y cartas de venta durante el resto de tu vida.
Eso es lo que provocará.
Si no me conoces es normal pienses que exagero.
Marcando esto aceptas la política de privacidadLa entrada Pura potencia sepsual se publicó primero en mongemalo.