Joaquim ‘Purito’ Rodríguez (Katusha) se impuso en una dura etapa de montaña, con final en Plateau de Beille; donde Chris Froome (Sky) extendió un día más su liderazgo en la general.
Gran etapa del catalán ‘Purito’ Rodríguez (Katusha) que finalizó en victoria. El trazado comenzaba en Lannemezan y tras un puerto de cat. 2 y dos de cat. 1 -Port de Lers- finalizó en el puerto de montaña especial Plateau de Beille (15,8 km al 7,9%). Un total de 195 km donde una vez más, el protagonismo lo puso la fuga.
Una veintena de corredores iniciaron la fuga del día, incluyendo a ‘Purito’, Sep Vanmarcke (Lotto-Jumbo), Christophe Riblon (Ag2r-La Mondiale), Michal Kwiatkowski (Etixx-Quick Step), Jakob Fuglsang (Astana) y Romain Bardet (Ag2r-La Mondiale), entre otros.
En el transcurso de la jornada, al tiempo que el exigente trazado desgastaba piernas y la fuga subía el ritmo para mantener una cuota que permitiera luchar la victoria de etapa, comenzó a desgranarse el grupo de corredores.
Riblon fue uno de los primeros en caerse de la cabeza de carrera, completamente fundido. El margen con respecto al pelotón superaba los 10′. En el ante-último puerto, en Lers, la selección había dejado a sólo un puñado adelante. El campeón del mundo, Kwiatkowski se había ido en solitario junto a un Vanmarcke al que estamos más acostumbrados a ver en otros perfiles.
Kwiatkowski cargaba con la mayor parte del trabajo en la cabeza de carrera -Vanmarcke en poco podía ayudarle- mientras atrás, se conformaba un grupo perseguidor donde rodaban ‘Purito’, Fuglsang y Bardet.
Cuando todo presagiaba que la victoria quedaría entre los fugados, Kwiatkowski se deshizo de Vanmarcke y ‘Purito’ hizo lo propio con Bardet -1′ detrás- cansado de que éste no colaborara. Poco después, Fuglsang tampoco pudo seguir la estela del catalán.
En el tramo final de la etapa ‘Purito’ hizo contacto con Kwiatkowski, un auténtico golpe no sólo táctico sino emocional que derrumbó al joven polaco -finalizó nº 27 la etapa, a 11′ 35” de ‘Purito’, impensado-.
Los últimos 10 km ‘Purito’ apretó los dientes, se levantó en las palancas y mantuvo el ritmo. Bajo una lluvia que arreciaba -por momentos con granizo- cruzó meta en solitario, agradeciendo al público, 1′ 12” por delante de Fuglsang y más de 6′ 30” del lote de favoritos.
Entre estos últimos, poco que decir en relación a etapas anteriores. Excelente y poderoso trabajo de Sky -Richie Porte y Geraint Thomas hicieron una durísima y sensacional labor- que completó Froome resistiendo los escasos y por momentos tenues ataques del resto de favoritos.
En el puerto final, el primero en atacar fue Alberto Contador, después que dos de sus gregarios de Tinkoff-Saxo probaran sin mucho éxito seleccionar al lote -ya inferior a los veinte corredores-. Contador abrió una tenue luz que fue apagada inmediatamente por Porte. El de Pinto no lo probaría más y permanecería a rueda.
El siguiente fue Nibali, apenas neutralizado Contador. El italiano consiguió abrir hueco más significativo y por un tiempo mayor, pero fue absorbido por los acelerones de Alejandro Valverde (Movistar) intentando, sin éxito aquí también, desgastar a Thomas y Porte -Nibali no debió estar muy contento con el murciano-.
El último en probarlo, ya en los 5 km finales y con el mismo resultado, fue Nairo Quintana (Movistar). Tampoco tuvo éxito y al igual que los ataques anteriores -excepto el de Nibali- pareció más dirigido a testear las fuerzas de Froome que en irse en solitario.
Del otro favorito a la general, Tejay Van Garderen (BMC), poco que decir. Todavía habrá algún aficionado, en la cuneta, esperando su ataque.
Así, ‘Purito’ obtuvo una gran victoria de etapa en los Pirineos, mientras Froome estira un día más su supremacía. Algunos rumores auguraban exigencias mayores para el keniata, pero los ataques de Contador, Valverde, Nibali y Quintana no estuvieron a la altura que merece un puerto como Plateau de Beille. Froome, más cerca de los Elíseos.