Una de las principales críticas que les hice a nuestros vinos durante las visitas anteriores es que salvo algunas excepciones, el elevado tenor de alcohol, dulzor y madera que ostentaban las diferentes etiquetas estaba generando vinos cansadores, empalagosos y con cierta clonalidad que les quitaba ese diferencial del terruño que tanto tenemos para mostrar y tanto se busca actualmente en el mundo del vino.
Así que esta vez, para evitar caer en esos errores tan tempraneros (estoy recién llegado) busqué con tranquilidad vinos de menos grado y preferentemente sin madera. Tengo que reconocer que encontré bastante más de lo que esperaba y eso es de agradecer. Parece que la expresión de la uva sin el maquillaje de la madera comienza a entenderse como una fortaleza y no como una debilidad.
Para comenzar me quedé con una propuesta de bodega Trapiche que me pareció muy interesante. TRAPICHE PURO Malbec 2016. La idea es comparar en una misma cosecha, de una misma región y mismo viñedo, dos vinificaciones diferentes. El PURO es solo malbec del Valle de Uco, fermentado y criado durante 10 meses sobre sus propias lías en cubas de cemento. Una leve estiba previa a su salida al mercado y un precio que al cambio con el euro (aproximadamente 1€ = $32, evitaré hablar de política) me pareció muy barato, quedando casi a 7€ (una bicoca).
Las notas de cata que describen en la bodega representan a la perfección lo que expresa el vino, fruta roja típica del malbec (ciruelas), mineralidad y notas balsámicas de principio a fin. Fluido en boca pero con peso, bien equilibrado y directo, con una frescura maravillosa. Pureza en todo sentido, sin nada más que agregar. Para mi gusto, un vino excelente por donde se lo mire. Para beber por litros y acompañar toda la comida, sin distinciones. Aplausos, empezamos muy bien!
Buena vida y naturales vinos,
Salutes, Rumbovino,Tour Argentina 2018