Pese a la cantidad de premios que ha recibido, no he visto Precious, la película basada en este libro. Ignoro la razón, pero no me apetece. Y no sabía si leer la novela, pero entonces la recomendó David González en su blog. Y fui a comprarla.
Push está narrado en primera persona por Claireece Precious Jones, una adolescente marcada por la mala suerte, la tragedia y el dolor: es negra y pobre, lo cual disminuye sus posibilidades de abrirse camino en el lugar en el que vive; es bastante voluminosa, lo cual le acarrea burlas en la escuela y en la calle; su madre le propina palizas, lo cual incrementa su odio hacia el mundo; fue violada de niña por su padre, con lo cual tiene dos hijos que a la vez son sus hermanos; apenas sabe leer y escribir, lo que dificulta aún más sus opciones. Todo cambia cuando asiste a una clase de Enseñanza Secundaria Alternativa, donde la señorita Rain la enseñará a manejarse con las palabras y a sentir aprecio por algo que dará sentido a su vida: la escritura. Lo más fascinante de este libro, escrito por la poeta Sapphire, es la psicología del personaje: conserva a la vez la ingenuidad de una niña y la sabiduría de quien ha tenido que madurar a fuerza de golpes y abusos. Cuenta las cosas como las contaba Holden Caulfield: sin pelos en la lengua, ensartando errores gramaticales y arrebatos de poesía. Sí, es una historia de superación. O de dar el primer paso hacia la superación. Pero no se anda con sentimentalismos y ahí radica su fuerza. Un fragmento:
La señora Rain dice que critican El color púrpura porque acaba como un cuento de hadas. Bueno, a mí me parece que hay historias de esas que pueden ser verdad. La vida a veces sí va a mejor. A la señora Rain también le encanta El color púrpura, pero dice que el realismo también tiene sus cosas buenas. ¡Y dale con “ismos”! A veces tengo ganas de decirle a la señora Rain que ya vale con tanta mierda de ISMOS… Pero es mi profesora y no le digo que se calle ni nada parecido. No entiendo lo que quiere decir “realismo”, pero sé perfectamente lo que es la REALIDAD, y si se me permite decirlo la realidad es una putada.
[Traducción de Jesús Zulaika]