“Putin amenaza a la UE con otra ‘guerra del gas’ si Ucrania no paga el suministro” .
No, no es una broma, ni nada parecido, es la noticia que está encabezando la sección internacional de los telediarios esta mañana.
Y es que el negocio del gas tiene estas cosas, que recae en manos de países digamos, poco fiables, para las transacciones económicas.
En Europa mientras tanto seguimos hablando de reducir la dependencia energética, de la apuesta por las renovables y de un modelo sostenible, que parece de una lógica aplastante teniendo en cuenta que tenemos recursos más que de sobra para abastecernos energéticamente.
En España, como suele pasar, vamos a nuestro aire, y nos dedicamos a quitar las primas a las energías renovables, tomarnos la eficiencia energética como un mero trámite que nos mandan desde Europa y a la vez importando más y más fuentes de combustible fósil.
Creo que fue ayer cuando leí en Twitter algo así como, “no entendemos por qué la Comunidad de Madrid subvenciona el cambio de calderas de gasoil o carbón a gas natural y no a biomasa”, la verdad es que parece algo inexplicable, más cuando esta comunidad organiza jornadas divulgativas sobre la biomasa. No lo sé, pero puede que lo mismo sea para ayudar a algún amigo que le deberá un favor en el futuro.
Espero que estas amenazas sirvan para espabilar a nuestros dirigentes y que a los que estamos metidos en el sector nos dé fuerzas para seguir adelante.
Es posible que en países como Finlandia, esta noticia ni siquiera haya salido en los telediarios, ya que con un 50% de sus instalaciones térmicas basadas en biomasa les asuste más una plaga de mosquitos que los señores dueños del gas y el petróleo. Que nos sirva de ejemplo.
fuente: “El País”