En un contexto macro dominado por la incertidumbre y el aumento generalizado de precios, el especialista recomienda al empresario pyme contar con un esquema de medidas para hacer frente a la brecha entre la demanda y la oferta salarial.
Este año, el aumento generalizado de precios marcará la agenda de las empresas argentinas, amén del pretendido congelamiento impuesto por el Gobierno. Cómo hacerle frente y qué estrategias implementar en el marco de la negociación salarial fueron algunos de los temas que Claudio Fiorillo, socio líder de la práctica de Human Capital de Deloitte Argentina, compartió con el El Cronista Pyme.
¿Cuál es la mayor urgencia que debe enfrentar el sector?
Sin dudas, la inflación y, atado a ella, las pérdidas de competitividad y rentabilidad que sufren las empresas, en general. En el caso de las pymes, el respaldo que pueden tener es menor al de una multinacional. Aunque también tienen algunos aspectos positivos: el hecho de que se quiera proteger la industria nacional hace que, a veces, la pyme tenga una ventaja.
En tanto las trabas a las importaciones no afecten su producción…
Sí, si hay problemas con la importación de insumos, por más de que esté cerrada la economía, se les impide producir correctamente. Pero el punto más acuciante, sin duda, es la inflación.
No se le gana a la inflación. Pero, ¿se empata?
Sí hay algunas estrategias de cobertura que funcionan, un poco más o un poco menos, como buscar inversiones que sean lo más rentable posible. De todos modos, eso puede resultar en el corto o mediano plazo, pero en el largo es difícil siquiera empatarle y la situación termina perdidosa por donde la mires.
Cómo será la discusión salarial en las pymes?
Dura. Pero no solo para este sector sino, por la macro, para todos, incluido el público. El aumento salarial tiende a llevar el salario nominal al real y eso hace que atente, muchas veces, contra la productividad. Los aumentos salariales, asimismo, se traducen en precios porque el empresario quiere recuperar los costos. Ahí se aviva el espiral inflacionario. Todos pierden.
Dónde recomienda centrar la estrategia de negociación?
Desde el punto de vista de salario nominal, no hay una receta exitosa. Los porcentajes son los quedetermina el mercado. En las pymes, una diferencia que se puede convertir en una ventaja es que, al tratarse de grupos o sindicatos más chicos, el empresario puede tener una capacidad de negociación más “amistosa”. Aun así, siguen atados a la situación general: si un gremio dispone un plan de lucha, impacta tanto en la empresa grande como en la pyme. En cuanto a estrategia, diálogo, diálogo y más diálogo, además de tener a mano un esquema de medidas innovadoras que puedan hacer frente a la brecha entre la demanda y la oferta salarial. No todo pasa por el sueldo nominal sino por dar a los empleados otros beneficios. Por último, es importante el timing de la negociación. Para evitar el conflicto hay que negociar con tiempo.
Qué tipo de beneficios sugiere?
En el sector pyme, se habla de la profesionalización de la fuerza laboral. Hoy, el valor de un curso o de un posgrado tiene costos importantes que quizá el asalariado no puede cubrir por sí solo pero, si la empresa se lo da como un beneficio, puede sumar al valor de su salario.
Recuerda algún caso de éxito vinculado a las buenas condiciones de diálogo entre empleador y empleado?
Ante una situación de crisis económica o de incertidumbre (hoy es más un tema de incertidumbre que de crisis), el empleado no quiere perder su trabajo ni el empresario, su rentabilidad. Es una negociación entre oferta y demanda en la que nadie quiere perder. En los casos exitosos, las partes supieron dialogar para llegar a buen puerto. A grandes escalas, un ejemplo que no tiene que ver con pymes pero que ayuda a entender lo que digo: en la industria de la aviación, como ocurre con Iberia y sucedió a otras empresas, muchos gremios decidieron bajar sus salarios cuando las compañías iban camino a la quiebra. No es lo que pasa en el país ni lo que le ocurre a una pyme, pero la discusión salarial se tiene que dar en el marco de una mesa de diálogo y de buena negociación.A juzgar por los resultados del comercio exterior de Colombia en 2012, los tratados de libre comercio (TLC) sirven más para importar que para incrementar las exportaciones.
Durante 2012, se redujeron las exportaciones colombianas a 19 países con los que tiene acuerdos de libre comercio, incluyendo la Comunidad Andina y Mercosur, consigna el diario El Financiero (www.financiero.co).
Ya se venía advirtiendo que el impacto del enfriamiento de las economías de la región y la lentitud o recesión en los países desarrollados se iban a reflejar en las exportaciones”, destaca el periódico especializado. De todas formas, “no es negativo que crezcan las importaciones, más si se tiene en cuenta que buena parte del aumento corresponde a bienes de capital, lo cual quiere decir que las empresas colombianas están comprando equipamiento con más facilidades que antes de los acuerdos”, destaca el artículo.
Los países del Mercosur, en donde el mayor peso lo tiene Brasil, redujeron el año pasado sus compras colombianas en un 5,3%, tendencia contraria a la de las importaciones colombianas a esa región, que avanzaron 18%, en su mayoría de químicos, metalurgia y agroindustriales.
La Comunidad Andina (CAN), integrada por Ecuador, Perú y Bolivia, además de Colombia, continúa siendo un socio importante. Como grupo, es el tercero con los mayores niveles de intercambio. En 2012, las exportaciones a los tres países crecieron 8,5%, al totalizar u$s 3.740 millones. Esto, mientras que las compras se mantuvieron estables en u$s 2.260 millones.
El país que más compra es Ecuador, pues ya superó los u$s 2.000 millones. La mayoría corresponde a una gran variedad de manufacturas, papel, químicos, maquinaria y vehículos. A ese mercado se compran también bienes industriales.
Le sigue Perú, a donde las ventas ya sobrepasaron los u$s 1.500 millones y las compras fueron de u$s 839 millones.
Las exportaciones a Venezuela, con quien cambiaron las reglas de juego tras su salida de la CAN, se incrementaron un 53% en 2012.
En tanto, la balanza comercial colombiana se mantiene positiva con los países con los que tiene acuerdos comerciales, a excepción de Canadá, México y el Mercosur.
Las compras a Estados Unidos, principal socio comercial de Colombia crecieron el año pasado 3,4%, principalmente de maquinaria y equipo, químicos y derivados del petróleo.
Autor Laura Mafud - Fuente /www.cronista.com/pyme/La-inflacion-trae-aparejada-menos-rentabilidad-y-competitividad-20130228-0004.html
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