En México y la mayoría de los pueblos del mundo no necesitamos permisos para trabajar en lo que nos guste, estudiar lo que nos agrade y gozamos de toda clase de libertades, sería muy difícil para la mayoría de los chinos entendernos.
Hace un par de noches me enganché con la novela ‘Muerte de una heroína roja’ de este excelente autor, me congratulo de haber dado con su libro y entender un poco más de la vida cotidiana en el gigante asiático, les recomiendo la obra, sobre todo cuando comprendemos que para conocer verdades hay que leer novelas.