Quadrivium ha nacido por fin. Después de una reescritura completa, de infinidad de correcciones y pruebas de maquetación, pero, sobre todo, después de tres años de miedos, sí, por fin puedo presentarte la segunda novela de Carter & West.
Los dos personajes que nacieron a lo largo de una calurosa siesta de un mes de septiembre, allá por 2011, nunca pensaron, o quizá ellos sí y fui yo quien no lo hizo, que llegarían tan lejos. Y no me refiero a Quadrivium, no, todavía no. Me refiero a verse publicados en un librito, cuatro años después, a modo de prueba, casi de juego. Porque eso fue para mí en aquel momento su publicación: un a ver qué pasa.
Para ser quien era entonces, una autentica desconocida (igual que sigo siendo hoy), el librito vendió bastante más de lo que yo esperaba. Aunque eso no es decir mucho, la verdad, porque, con toda franqueza, no esperaba ninguna venta.
Pero las hubo y, además, ¡gustó! Las críticas que llegaban de los lectores que leían las historias eran, en su mayoría positivas hasta el punto de que una editorial llegó a interesarse por ellas y las publicó en papel. Sin imaginarlo, había formado un pequeño paraíso en torno a mí.
Voy a contarte un secreto: cuando publiqué el primer número de Carter & West, ya tenía escrita Quadrivium, el problema es que no me gustaba el asesino que había elegido, así que decidí cambiarlo y eso, claro, cambiaba toda la novela, de modo que tuve que reescribirla entera.
Aun así, Quadrivium volvió a la vida relativamente pronto: en 2016 ya estaba reescrita y en 2017 ya la había revisado unas cuantas veces. El problema es que cada vez que lo hacía, la devolvía al cajón. ¿Por qué? Porque estaba enferma. Yo, no la novela. Padecía de una dolencia muy típica de los escritores: miedo.
Lo que en un principio fue a ver qué pasa se convirtió en ¿y si lo que pasa me hace sufrir? Mi solución fue esconder la cabeza, como el avestruz, y dejar pasar el tiempo mientras Quadrivium enmohecía en una de las carpetas de mi ordenador.
La vida iba pasando y con ella un montón de cosas, algunas bastante dolorosas. Yo suelo curarme de mis heridas escribiendo y leyendo, pero no publicando, así que para ayudarme a sobrellevar esos momentos duros me puse a escribir de nuevo, y así fue como nació la señora Starling.
Sin embargo, al echar una mirada retrospectiva a aquellos días, creo que Anne Starling no fue tanto una cura como una manera de aplazar la publicación de Quadrivium. Y, además, como no me bastó con una novela, escribí y publiqué la segunda, Muerte en los Hamptons e incluso escribí (sí, ya está terminada) la tercera.
Lo bueno era que lo que yo había elegido como subterfugio dilatorio también gustaba. Anne Starling empezó a venderse y lo hacía bien, además, pero había lectores que, aunque la disfrutaban, seguían preguntándome por Carter & West...
Lo hice a principios de este año. En enero decidí que ya estaba bien de darle largas a Quadrivium. No podía mantenerla eternamente aparcada en la carpeta porque eso suponía la muerte de mis dos personajes más queridos. ¿Cómo podía hacerles eso?
Así que empecé a trabajar la novela con un corrector. El proceso me llevó bastante tiempo, porque se trata de una historia muy larga, pero para principios de abril la cosa estaba terminada y me fijé una fecha para su publicación. Era la única manera de comprometerme conmigo misma, porque, sí, seguía teniendo mucho miedo...
Quadrivium ya está ahí fuera y las dudas y temores están aquí dentro, conmigo, pasándoselo en grande. Me asaltan constantemente un montón de preguntas:
- Publiqué Carter & West hace 3 años, ¿y si la gente se ha olvidado de ella?
- ¿Y si, aunque no se haya olvidado, no les gusta la nueva novela?
- ¿Y si fastidio todo (poco, muy poco, pero es mi todo) lo que he conseguido hasta ahora?
- ¿Y si...?
Bueno..., sólo hay una forma de contestar a todas esas preguntas y ya está en marcha. El tiempo me dirá si Quadrivium cumple las expectativas que tengo puestas en ella o me da una bofetada histórica.
De momento ahí está para que tú, lector, si te animas a introducirte en el mundo de Charles Carter y Kate West, pases unos días con ellos en Cricket's Lodge, la vieja mansión de los Dawes en la campiña inglesa, persiguiendo las claves que te permitan atrapar a un asesino escurridizo mientras eres testigo de cómo Carter and West, además de jugar a detectives, buscan encontrar qué sitio ocupa cada uno de ellos en su relación:
La novela, ahora, está en tus manos. Mi parte ya está hecha 🙂