Festividad que la Iglesia Católicaconmemora el día 8 de Noviembre en memoria de dos grupos de mártires, uno de cinco y otro de cuatro personas. La Leyenda de los Cuatro Mártires Coronados es la siguiente: Cuando el emperador Dioclesiano (284-305 D.C.) viajó a Panonia a visitar las canteras de mármol conoció a cuatro maestros talladores de piedras de gran habilidad llamados Claudius, Nicostratus, Sinforianus y Castorius quienes profesaban , en secreto, el Cristianismo. A ellos se había unido un quinto masón tallador llamado Simplicius a quien habían convertido y había sido bautizado constituyendo así los cinco escultores de la saga. El emperador estaba encantado con el trabajo de los escultores y en varias oportunidades les dió instrucciones de preparar columnas, capiteles y otros elementos entre los cuales se contaba una estatua de Esculapio. Todos los elementos pedidos fueron hechos a la perfección menos la dicha estatua pues los artistas la consideraban un ídolo. Los filósofos cercanos al emperador, celosos del favor que gozaban los escultores, llamaron la atención de Dioclesiano sobre esta omisión y los acusaron de practicar el Cristianismo que, por entonces, estaba prohibido.
El emperador repitió su orden la cual fue nuevamente desobedecida. Furioso, el emperador designó al tribuno Lampadius para juzgarlos quien ordenó que fueran puestos en prisión. Pero ocurrió que un espíritu maligno se apoderó de Lampadius atormentándolo de tal modo que expiró sentado en su banca tribunalicia. Fuera de sí, Dioclesiano ordenó que los cinco escultores fueran colocados en ataúdes de plomo y lanzados al río. Casi un año después, Dioclesiano volvió a Roma y ordenó construír un templo en honor a Esculapio y mandó también tallar una imagen del dios para ser colocado en el interior del mismo. Cuando la construcción fue terminada, el emperador ordenó que la tropa quemase incienso ante la imagen pero, entre los soldados, había cuatro que se negaron a obedecer por ser cristianos por lo que el emperador ordenó que sean azotados hasta morir con látigos de plomo. Sus cuerpos quedaron expuestos en la vía pública por cinco días hasta que el obispo Melquíades logró enterrarlos. Como este hecho ocurrió en la misma época del año que el martirio de los cinco anteriores, se estableció que una sola festividad conmemoraría ambos acontecimientos. En el curso del tiempo, esta festividad comenzó a denominarse de los Quatuor Coronati o sea de los Cuatro Coronados; la palabra “coronatus” indica una condecoración militar del imperio romano. De este modo, los Cuatro citados serían, en realidad, Nueve de los cuales solamente cinco podrían calificarse como masones y talladores cuya fama, de algún modo, fue sobrepasada y eclipsada por los Cuatro soldados martirizados quienes aparecen como los Santos Patronos de los masones en muchos antiguos documentos tales como el “Regius” MS.
J.F.Ferro