¡Qué Buen Consejo! – George Lois

Publicado el 20 noviembre 2013 por Frnperez
Como liberar tu potencial creativo por el gran maestro de la comunicación

 

El siguiente ejemplar viene de la mano creativa de un magnate publicitario y un gran gurú de los diseños provocativos, estamos hablando de George Lois, o como se le conoce en el mundo de la comunicación, el “enfant terrible”. De hecho, se considera un ícono publicista que revolucionó el canon de la dirección artística en la era más creativa de Madison Avenue en los años sesenta, el vanguardismo y el arte, junto a una gran determinación e ímpetu, forman a este agente provocador.

Una vez delimitado el autor, viene el análisis crítico de esta obra, si bien esperas encontrar un libro que vincule y desarrolle la capacidad creativa del ámbito publicitario, hemos de señalar que te equivocas de ejemplar. El autor nos presenta un trabajo autobiográfico que representa en mayor parte el escenario del branding personal o el coaching, dos áreas que no representan principalmente el área creativa.

Desvelado el misterio intrínseco que rodea esta edición, señalar su carácter directo y revelador sobre el factor agresivo que describe el mensaje de todos los capítulos, de hecho, el autor parece gritar su mensaje en el libro acompañando cada escrito con imágenes y fotografías de sus trabajos anteriores, con el fin de dar mayor credibilidad a esta obra.

Ya introduciéndonos en el branding personal que relata Lois, podemos recoger información ciertamente tangible sobre la importancia de organizar un trabajo en el mundo de la comunicación, en vez de enfocar señales de humo que tantos otros libros de este sector tratan de introducir al gran público.

¿Por qué es recomendable este libro?

Bien, me alegra que me hagas esa pregunta, el autor nos indica como dirigirse al empresario de forma real, con un procedimiento, si bien cuestionable, realmente efectivo, estamos cansados  de ver presentaciones largas, poco comunicativas y de dudosa veracidad.

Capítulo tras capítulo, idea tras idea, George Lois nos comunica como la expresión de una idea de forma concisa y sorprendente debe de ser breve, de hecho señala que si “una idea no puedes comunicarla visualmente en un nanosegundo, no es una Gran Idea”.

Todos sabemos  que si en los primeros minutos de la exposición de una idea no conseguimos conectar con el público, tu trabajo empieza a deformarse y vacilar ante el conector, desconectando al receptor y desprestigiando tu obra. Aun así parece que en el ecosistema comunicativo nos siguen vendiendo el largo proceso que debe llevar una idea en su anexo a la hora de presentarla, cuando realmente, todos sabemos el mundo “ocupado” en el que vivimos, la atención y el interés en la sociedad red es un privilegio del que pocos pueden llegar a contar.

Por ello en este ejemplar encontrarás maneras de conseguir que tu trabajo pueda aturdir al público momentáneamente, toda idea debe resultar escandalosa, y ahí coincido con el excéntrico publicitario, a veces el desarrollo de una idea solo puede llevarse a cabo a través de un momento provocador de esta, dicho de otro modo, el gancho publicitario de un mensaje ha de ser totalmente agresivo para poder llegar a la mente del individuo en el contexto social actual.

“El trabajo seguro y convencional es un boleto al olvido. La buena creatividad debe aturdir, como se supone que el arte moderno debe impactar presentando al espectador una idea que suspenda las convenciones del entendimiento. En ese breve intervalo entre el primer impacto y la conciencia de que lo que es presentando no es tan escandaloso como parece, capturas a tu público.”

El problema de muchas campañas o exposiciones hoy en día, es que ignoran este primer impacto, o bien se quedan detrás de él esperando a que alguna idea brote del interior como si de una lámpara mágica se tratase, el equilibrio entre el primer impacto y una idea concisa es el objetivo de la exposición de cualquier idea. El ponente que controle esta balanza, es muy posible que sea capaz de elevar un trabajo medio por encima del resto con suma facilidad.

Otro de los grandes valores de este libro es representado sobre el amor al trabajo, y no hablo del amor como sentimiento, sino como disciplina, cualquier persona que trabaje en comunicación debe disfrutar de su profesión, la creatividad no nace en una persona, se entrena a base de mucho esfuerzo.

La euforia es un sentimiento que nos hace mejores en cualquier aspecto, y si somos capaces de entrenar esa sensación, la persona puede producir ese carácter adicto, casi alergénico para el resto del mundo, por el que mantener un ritmo de trabajo excelente.

Además, como director artístico que es, no cabe duda de que el creativo presenta distintos recursos simbólicos para reproducir ideas a raíz del diseño artístico, de hecho, considera que una idea debe ser capaz de transmitir un diseño en sí misma, por lo que encontramos distintas campañas y bocetos del acervo profesional del publicitario que exponen de forma clara el storytelling de su escrito.

La motivación es creada a base del sudor, y es capaz de diluirse tan rápidamente como un vaso de agua helada en el desierto, George Lois nos introduce en el mundo rápido, en el que el sueño es un enemigo y las personas son autovías, y si no eres adicto a la cafeína o a la adrenalina, este no es tu libro.

F.A. Pérez Ureña


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