Pongámonos en situación. Cualquiera de vosotros va a comprar un televisor. Lleva unas necesidades que cubrir y unas expectativas generadas. Llegáis a la tienda y el vendedor empieza a enseñaros televisores.
Tu quieres uno de 37″ LED (por ejemplo). Te enseña uno de 32” LCD de la marca ‘X’ porque es el más vendido, otro de 42 ” de Plasma porque está en oferta, y asi sucesivamente. ¿Qué haríais? No hace falta que me contestéis.
Vamos a un proceso de selección. El reclutador tiene unas expectativas que debe de cubrir para llenar sus necesidades en el puesto de trabajo a cubrir. Pero sin embargo, el 80% de los curriculums o candidatos que entrevista se dedican a hacer una fotografía en pasado de su trayectoria, como mucho en presente, cuando lo que realmente quiere el reclutador es que se cubran sus expectativas de futuro, es decir, qué puede aportar y ofrecer ese candidato a su nuevo puesto de trabajo y empresa.
Tu no quieres un televisor por lo que se ha vendido en años anteriores, porque esté de oferta, …., sino porque cubra las expectativas que tu tienes y tus necesidades. Pues al reclutador le pasa lo mismo.
No os limitéis en un curriculum o en una entrevista a poner el nombre de unas empresas, unas fechas y un cargo. Eso al reclutador no le satisface las expectativas. El quiere ver u oir como TÚ puedessatisfacer sus necesidades.
Habla de logros, de habilidades adquiridas, de actitudes ante situaciones, …., no menciones puestos o cargos, eso da igual. Que un televisor sea el más vendido en el 2010 indica algo pero ¿es el que tu buscas? no tiene porque.
El arte de saber generar expectativas no está al alcance de todos, pero si por lo menos el intentarlo.
TÚ, como marca personal, vendes expectativas que cubren necesidades, no estás vendiendo puestos o cargos. Eso sí, expectativas reales no inventadas, porque al final si eres el elgido tendrás que demostrarlas.
Hoy por hoy, el que tiene éxito es el que se sabe vender, y eso pasa pos saber cubrir las necesidades del reclutador.