Qué causalidad

Por Jcbarona
Causalidad, casualidad, puedes llamarlo como quieras. Qué palabras tan parecidas en su grafía y su sonido, pero qué diferentes en cuanto al concepto. Está de moda eso de  afirmar que somos y nos movemos en energía, una especie de energía cósmica y espiritual que activa el cumplimiento de las cosas.


No hace ni tres días que mi amigo Arturo se animó a decir en su Facebook con miles de seguidores «que le pide al Universo dirigir en España El fantasma de la opera, y que quiere que el protagonista titular sea yo», con la de amigos cantantes que tiene capaces de cantar adecuadamente el papel. Es algo que me enorgullece y me estimula al máximo, y no precisamente cosa que yo fuera a pedir por mi mismo al Universo ni a nadie, puesto que no me hablo con él, algo imposible si te pasas la vida mirando hacia abajo, a mi ombligo profundo y sus inmediaciones. Pero no me parece mal que alguien me incluya en sus sueños, sus planes y sus peticiones, algo tan precioso como necesario. 

Si el fantasma se hace, que es más que probable, Arturo tiene casi todos los boletos para dirigirlo siendo como es el director de la gira de Miserables con la misma empresa. Que yo vaya a repetir el papel casi me parece ciencia ficción. Gracias a su valiente afirmación he comenzado a visualizarlo y, lo que es más importante, a practicarlo en casa. Luego pasará lo que el Universo quiera o sus representantes en la tierra, gentes mas pedestres de lo que cupiera esperar.Pues ese mismo día vino a cenar un grupo a la Favorita que dijo conocerme hace mucho tiempo,  no te lo pierdas: que cenaron allí la víspera de mi viaje a Nueva York para hacer la audición del fantasma… Me quedé como petrificado. Qué viaje tan veloz en el tiempo; hacia atrás para imaginar aquella velada, hacia adelante por parte de ellos para averiguar doce años después el resultado de tan importante prueba. «Pues sí, desde que no nos vemos me ha dado tiempo a ser el protagonista de aquel musical trescientas veces y de doblar el personaje al español, entre otras muchas cosas…» Quizá lo que resultaba aún más chocante entonces era verme allí, como si nada hubiera pasado, con semejante curriculum… Glups.
Veis qué iluso soy. Lo que sea con tal de encontrar un objetivo que me mueva del sitio. Si fuera cierto lo del Destino, el Universo y la energía haced también vosotros un poco de fuerza, como Arturo. Cantar de nuevo ese personaje podría ser algo de dimensiones cósmicas, no me extraña que el Universo se entrometa.