Es verdad que quizás hemos podido matar la eliminatoria, dejarla resuelta en Nervión sin necesidad de pasar mayores apuros en Mestalla, casi sin que haga falta el partido de vuelta pero también es cierto que el Valencia ha merecido mejor resultado a su favor que irse de Sevilla con su casillero a cero.
¿Hemos tenido la suerte de los campeones?.
Hemos jugado un partido muy serio, como viene siendo habitual en las últimas jornadas ligueras y por supuesto en la UEFA. Hemos sabido aguantar los embites del contrario cuando los ha habido, hemos sabido salir a la contra cuando nos ha tocado, hemos sabido llevar las riendas del partido en el momento justo. Hemos hecho méritos más que suficientes como para presentar candidatura a Turín.
Nos queda una vuelta en el Turia que no va a ser fácil. Una vuelta en la que la ventaja de no haber recibido gol en contra en la ida puede ser crucial, vital o mortal según se mire y que debemos administrar como hasta ahora lo venimos haciendo, con calidad, con confianza y con ganas, las ganas de meternos en otra final y no una cualquiera, nuestra final, esa que tanto nos ha dado en la última década.
Esta noche hemos dado otro paso de gigante en nuestro crecimiento como y equipo y este Sevilla mucho me recuerda al de la gloria de los títulos, a ese Sevilla que nos enamoró con su juego y con su enorme calidad. Es otro equipo muy diferente pero va a ser cierto eso de que los grandes logros se quedan en el ambiente y contagian a todo lo que pasa por su vera.
Noche grande en Nervión.
Un partido, el de hoy, que nos coloca hasta las trancas de moral para la visita a San Mamés y deja dolido aun más a quien ni por asomo se verá en muchos lustros en estas lides.
Yo me veo en la final.
Yo veo Turín vestida de rojiblanco......
....¿y tú?...