¿qué cuesta un pantalón vaquero?

Publicado el 21 junio 2010 por ArÍstides


¿QUÉ ES LA VIDA, SI POR VIVIRLA NO HAY TIEMPO DE PARARNOS Y MIRAR?

El Sol saldrá a las 5,58h. y se pondrá a las 18,05h.

En la sociedad occidental es difícil encontrar una persona que no posea unos “pantalones vaqueros”, también conocidos como “tejanos” o “jeans”; palabra, esta última, que es la adaptación inglesa de Genes, que en francés quiere decir Génova. Fueron los marineros que partían de este puerto quienes transportaron los pantalones al Oeste Americano, donde por su dureza fue ulilizado en la confección de lonas y ropa para trabajar en las minas. Fue allí donde Levis patentó su marca y comenzó a comercializar pantalones con remaches y variedad de bolsillos.

Su fabricación está ligada a la del algodón del que están fabricados y al azúl índigo con el que está teñida su urdimbre. Para su confección se precisan una media de 1,84 m cuadrados de tejido, que desde su inicio hasta su acabado consume 1.206 litros de agua,100 cc. de gasoil, 230 de gas natural, 20 cc. de propano, 220 cc. de gasoleo y un consumo de 0,39 Kw.h. de electricidad. Por su parte, el algodón con que está fabricado consume casi un tercio de todos lo plaguicidas utilizados en los EEUU. y le corresponde una media de 40 g. de nitratos, 20 g. de fosfatos y 30 g. de potasa.

Por su parte el azúl índigo, que aporta su color característico al pantalón, es uno de los tintes más antiguos que conocemos y que procede de la planta indigosfera. La tintura de los tejidos constituye una fuente contaminante de ríos, fundamentalmente en países pobres, debido a la cantidad de aclarados necesarios para que el color se fije en la tela. De hecho, por cada kilo de ésta se emplea un volumen medio de agua que oscila entre los 76 y los 360 litros.

Estas prendas, que en algún momento de la historia fueron símbolo de rebeldía juvenil, consumen gran cantidad de energía en su fabricación, además de contaminar campos con productos químicos y ríos con los tintes de su confección. Todo esto, unido al precio de la mano de obra, hace que su elaboración se realice mayoritariamente en países con escasa regulación medioambiental. Después de lo anteriormente señalado, no parece muy adecuado hacer un consumo exagerado de este tipo de prendas que, por alguna extraña razón, no ha sido objeto de denuncias de organizaciones ecologistas.