¿Cómo se qué servicios ha de tener mi web hosting? ¿Dónde debería contratar mi web hosting? ¿Y si no consigo encontrarlo? Si alguna vez te has planteado alguna de estas preguntas, voy a tratar de contestarlas. El web hosting es muy importante para nuestro dominio, ya que es “el motor” de nuestra página, el que nos dará el servicio de correo, el FTP, etc… Si el hosting falla, nuestra web y sus servicios se verán seriamente afectados. Es vital para la web elegir una empresa de web hosting profesional, sobre todo porque los precios del servicio han bajado muchísimo en los últimos años y cualquiera puede permitirse un web hosting en condiciones.
La empresa de web hosting
- 1.- Garantías – SLA.
Una de las mejores formas de distinguir entre una empresa que tiene medios para garantizar su funcionamiento es la existencia de una SLA (Service Level Agreement). Mediante este texto se pueden verificar los niveles mínimos de funcionamiento y la penalización que sufrirá la empresa de web hosting en caso de incumplimiento. Porque muchos pueden decir que dan un 99,5% online, pero ¿qué pasa si no lo cumplen? En la SLA debe constar las consecuencias de no cumplir con las garantías mínimas (suele ser abono económico a los clientes que sufran este mal servicio). Pero no sólo se debe mirar el tiempo online, también es importante un tiempo máximo de respuesta de soporte… luego vienen las consultas que se pasan 2 días sin responder. También está bien que figure un tiempo máximo de reemplazo de hardware dañado, que si se rompe un disco duro sepas que tardará menos de X horas. Si una empresa de web hosting es tan responsable como para dar unas garantías por escrito, ya es un buen síntoma de que será web hosting serio.
- 2.- Datos fiscales claros y teléfono de contacto.
Desde la aparición de la ley hasta el cumplimiento por todas las webs suele pasar un tiempo, pero antes que la ley está el sentido común. Toda empresa de web hosting seria no debería tener ningún problema para dejar ver sus datos, que se vea que es una empresa legalmente constituida. De esta forma podremos ver si está inscrita en el registro mercantil, verificar que los datos son correctos, etc. De nuevo buscamos muestras de que no es una empresa de web hosting que nos va a dejar “tirados” sin ningún tipo de responsabilidad. Además buscaremos un teléfono, aunque siempre el contacto por email es más recomendable (las cosas quedan por escrito), pero que podamos hablar con alguien y podamos comprobar que realmente es un servicio decente.
- 3.- Antigüedad.
Hay muchas empresas de web hosting “naciendo” que pueden ser buenas, pero también hay muchas que no llegarán a mucho… Para asegurarnos de que es una empresa de web hosting que lleva un tiempo adecuado podemos ver el whois del registro. Si lleva menos de un año, ¡desconfía! Puede que sean serios y nuevos, pero si vemos que han “sobrevivido” al primer año ya tendremos algo más. Por encima de los dos años ya sería una garantía mucho mejor.
- 4.- Tiempos de respuesta.
Una forma de ver lo activo que será el servicio de web hosting es contactar por email con ellos. De esta forma veremos el tiempo que tardan en contestarnos. El contacto debe figurar claro en la web de la empresa de web hosting. Si nos cuesta encontrar el contacto, ¡malo! Mirar siempre en la parte inferior de la web (donde suelen estar los datos fiscales).
Datos técnicos del web hosting
- 1.- Situación geográfica.
Hay que tener en mente dónde están los visitantes a los que queremos atraer. Si nos interesa un país, lo mejor será alojar en ese mismo país. Si nos interesa un continente, igual, dentro del continente. Si nos interesa todo el mundo tendremos que decidirnos por un centro de datos con buena conectividad (lo veremos después). Hay buscadores, como google, que hacen distinción por países, como es el caso de páginas en España. Si nuestro web hosting está alojado fuera de España un dominio .com, no aparecerá jamás dentro de estas búsquedas, por lo que estaremos perdiendo visitas. Si nos interesa España habrá que buscar un web hosting en España. Además tendremos un menor recorrido de los paquetes entre cliente/servidor.
- 2.- Velocidad de la conexión y conectividad.
La velocidad viene determinada un enorme número de factores, pero descartemos algunos. Cuando vamos a contratar un web hosting debemos asegurarnos de un buen ancho de banda, para no tener problemas de cuellos de botella. En cuanto a la conectividad tenemos dos herramientas para verlo: Las trazas y los pings. Para ello haremos trazas durante varios días y en varias ocasiones para ver la estabilidad y la pérdida de paquetes. El ping no debería ser mayor a 250 ms, aunque las diferencias son pequeñas pero así podemos distinguir a los mejores web hosting. Siempre tendremos Netcraft para ver más información del sitio.
- 3.- Máquinas empleadas.
El sistema operativo, la versión del servidor, el tiempo online, el hardware… Todo es importante en el web hosting. En Netcraft podemos ver bastante información, pero además podemos preguntar le hardware sobre el que se alojaría nuestra web y el centro de datos en el que estén. Mi recomendación personal es usar máquinas con sistema operativo GNU/Linux a menos que se quiera usar ASP.NET o Access, en cuyo caso serían Windows.
- 4.- Carga de los servidores, ¡cuidado con el overselling!
Una de las formas de “hacer negocio” en el web hosting es ofrecer más de lo que se tiene. Dado a que muchos usuarios no suelen usar el 100% de lo que contratan, aprovechan para “rellenar” con más dominios. El problema es que la saturación de dominios puede dar muchos problemas al web hosting, que no podrá manejar con soltura todo lo que se le ha echado encima. Los problemas vendrán solos, por no hablar de la cantidad de recursos que tendrás que compartir con los otros 500 usuarios en un web hosting que no debería alojar más de 200 (es sólo un ejemplo). En la transferencia lo notaremos, se suele vender más transferencia de la que se tiene, por lo que los cuellos de botella volverán a recordarnos que deberíamos haber contratado un mejor web hosting. ¡Desconfía de los que ofrecen mucho espacio y transferencia por poco dinero! Nadie regala las cosas y menos si es un negocio. Es mejor pagar un poco más y estar seguro de que tu web va a estar en buenas manos (a menos que no te importe lo que pueda pasar).
- 5.- Backups, copias de seguridad.
¿Cuántas veces habré visto gente quejarse por perder toda su página web?… uf, ni os lo cuento, ¿por qué? Porque han ido a un web hosting barato, que le prometían el cielo y se ha encontrado con la realidad. Tener un sistema de backups en condiciones cuesta mucho dinero (a veces más que el propio servidor). Exige a tu empresa de web hosting backups diarios y que almacenen, al menos, uno de a la semana. De esta forma podrás dormir tranquilo, en el peor de los casos perderás los cambios de la última semana. Si necesitas más frecuencia, pues tendrás que buscar aún mejor. Nadie que ofrezca muchísimo espacio y transferencia elevadísimos por extremadamente poco dinero tendrá un buen sistema de backups, ¡seguro!
- 6.- Ilimitado, la palabra mágica.
¿Quién no quiere un web hosting con espacio y transferencia ilimitados? Yo también, pero eso es algo que NO EXISTE. Hasta que no se inventen los discos duros ilimitados, hasta que no se invente las conexiones con ancho de banda ilimitado, quien ofrezca cualquiera de estos dos servicios está MINTIENDO. Si mienten para captar clientes, ¿qué no harán con los que ya “han colado”?. Estas técnicas de engaño son uno de los mejores indicadores de la seriedad de una empresa de web hosting. No hay que confundir ilimitado con unmetered (sin medir), en el segundo caso existe un límite, pero el proveedor de web hosting no te cobrará por sobrepasarlo.
Conclusiones: Emplear unos días para decidir dónde contratar web hosting puede ser un tiempo muy bien aprovechado. Especialmente si te importa la web ten muy en cuenta los puntos de los que hemos hablado, ¡notarás la diferencia! No seas vago y vayas a la primera, no mires sólo cuánto cuesta… igual que los coches no se compran por el tamaño del maletero, el web hosting no se debe comparar por el espacio en disco que ofrecen. Cuantos más factores tengas en cuenta, mejor será tu decisión. Espacio en disco, existencia de SLA, backups, legalidad de la empresa, contacto telefónico, transferencia al mes, situación geográfica, conexión y conectividad, cuidado con el overselling… Tenlo en cuenta y te alegrarás de la decisión que has tomado.