Facebook0Twitter3Google+0Pinterest0LinkedIn0 El otro día estaba en un organismo oficial realizando papeleo cuando me encontré con un folleto de la Comunidad de Madrid orientado a una antigua práctica que está cobrando auge con la crisis: los famosos establecimientos donde te compran oro y otros metales de valor, esos que habitualmente tienen hombres sándwich en la calle con el típico cartel de “Compro Oro”. En el folleto se explicaban los derechos de cualquier persona que quiera recurrir a esta práctica y daban consejos para evitar los timos. Hoy vamos a resumiros los consejos de ese folleto porque estar informado es importante.
Funcionamiento de los establecimientos
Compran cualquier tipo de joyas para volverlas a poner en el mercado o fundir el metal para venderlo al peso. Habitualmente debes rellenar un documento y entregar la joya para la tasación. Después se realiza una oferta que el usuario puede aceptar o denegar, teniendo derecho en este último caso a que le devuelvan la joya en el mismo estado en el que la dejó.
Si la acepta, deben entregar un documento acreditativo donde “figure la identificación de la pieza y/o peso, precio por unidad de medida, importe abonado y datos del interesado”.
Evitar problemas con la tasación
La tasación tiene en cuenta la pureza del metal y el peso, pero no el valor por diseño o antigüedad. De ahí que en el folleto recomienden asistir a una joyería para una tasación que sí tenga en cuenta estos aspectos si consideras que la pieza puede tener valor añadido.
En cuanto a la pureza recomiendan buscar la marca que indica la aleación, es decir la proporción de metal precioso puro y otros metales, que tiene la joya y tomarla como punto de referencia como mínimo para la tasación. También nos recuerdan que la marca del oro es la elipse y la plata es un rectángulo.
También recuerdan que es importante informarse del tiempo en el que la pieza será recuperable porque pasado cierto periodo pueden enviarlo a fundir para obtener los metales preciosos.
Otros consejos de la Comunidad de Madrid
- Las básculas deben tener una etiqueta rectangular de verificación de la administración en una zona visible. En la etiqueta constará la fecha de validez y el resultado de la verificación por parte de la administración para asegurarte que está en regla.
- Deben informarte del precio que paga por el gramo del metal precioso, ya que los precios varían de un establecimiento a otro. Si el establecimiento ofrece un precio por gramo en algún tipo de publicidad escrita está obligado a cumplirla.
- Como cualquier establecimiento deben tener hojas de reclamación disponibles para el consumidor.