Hoy voy a dedicar el artículo a una política
cordobesa. Una política joven (que no por eso preparada), una política
acostumbrada, desde muy joven, a pisar moqueta y a moverse en coche oficial;
aunque, en teoría, sus ideales están muy lejos de esos usos.Me refiero a la actual Consejera de Fomento y
Vivienda de la Junta de la Andalucía, Dª Elena Cortés Jiménez, la cual, fruto
del acuerdo de gobierno entre el Partido Socialista Obrero “Español” e Izquierda
Unida accedió al cargo de Consejera del Gobierno andaluz tras las pasadas
elecciones autonómicas del 25 de marzo.Esta señora, nacida en 1973, es licenciada en
Sociología por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (al menos tiene
estudios…) y no se le conoce otra actividad que la política. Desde los 18 años
milita en el Partido Comunista de España y en 2007 obtuvo acta de Concejal en
el Ayuntamiento de Córdoba, estando al frente de la Delegación de Educación e
Infancia en el Consistorio cordobés.Y la vida de la señora Cortés, como buena comunista,
está llena de contradicciones. Y es que esta señora, siendo concejal del
Ayuntamiento de Córdoba, se vio envuelta en una gran polémica durante el
Domingo de Ramos de la Semana Santa del año 2008, cuando al paso de la Hermandad
del Huerto por la calle Blanco Belmonte, desde su domicilio
particular, apareció una pancarta que decía "NO" así como el sonido
de una sirena. Posteriormente se disculpó, pero su carrera política continuó,
cuando en cualquier país normal habría acabado.Y es que en 2007 entró a formar parte de la Asamblea
General de CajaSur, cobrando sus buenas dietas por asistencia mientras la Caja
cordobesa desahuciaba a los que impagaban los préstamos hipotecarios contraídos
con la citada entidad financiera, no haciendo ninguna crítica sobre este
proceder mientras formó parte de uno de sus órganos de dirección. Y ahora se
deja caer con que si ella no fuera Consejera del Gobierno andaluz participaría en los escraches, ¡pues cuando cobraba de CajaSur bien calladita que
estaba!Este es un solo ejemplo de los políticos que
tenemos, de las manos en las que estamos. Personas que harían cualquier cosa
por vivir del sistema (porque no saben dedicarse a otra cosa), como hace la
Sra. Cortés. Por un lado formando parte de la dirección de CajaSur cuando “pertenecía”
a la Iglesia (para eso no le importaba que fuera de la Iglesia) y no
protestando por los desahucios; y luego bien acomodada en su coche oficial
diciendo que si no fuera consejera participaría en los escraches. Pues lo tiene
muy fácil, que deje de ser Consejera, ¡no la necesitamos!