Algunos ciclistas recomiendan no desayunar antes de salir a pedalear, pero hacer actividad física representa un esfuerzo para el cuerpo, y si no estamos bien alimentados, más que ser saludable, el ejercicio puede ser un factor perjudicial en nuestra rutina. La opinión general, y de los especialistas, es contundente: un buen desayuno determinará el éxito, o fracaso, de nuestra rutina.
Ahora, ¿qué colocamos en nuestro plato?
Los carbohidratos son lo primero que el organismo digiere para satisfacer sus necesidades energéticas, por lo que, antes de ejercitarnos, es buena idea ingerir alimentos ricos en carbohidratos. Alimentos ricos en carbohidratos saludables incluyen los vegetales, y las frutas. Entre los carbohidratos, encontramos las fibras. Éstas retrasan el proceso digestivo, ayudando a sacar el mayor provecho del alimento y estimulando la quema de grasas. Podemos incorporar fibra con avena y tostadas de pan integral.
Para que nuestro desayuno sea saludable, debemos tener en cuenta el grado de intensidad de nuestra actividad y nuestro peso corporal. La ración recomendada de carbohidratos es, para ejercicio intenso (más de dos horas de trabajo) de 8-11g por Kg de peso corporal. Para ejercicio recreacional (menos de dos horas) 5-8g por Kg de peso corporal.
No todas las personas son iguales, pero alimentarnos mucho más de la ingesta recomendada puede llevar a sentirnos pesados y abatidos durante el ejercicio. Nuestro cuerpo estará ocupado en la digestión y eso disminuirá el rendimiento de nuestro metabolismo. Si siente que la ración recomendada no es suficiente, se recomienda llevar preparado en el equipaje un licuado a base de frutas y agua, o una barra de cereales.
Es prudente no consumir alimentos que puedan causarnos molestias durante el trabajo, como cafeína, lácteos, o fibra en exceso. Es conveniente evitar también los alimentos ricos en grasas, como la crema de maní y los embutidos. Evitar adquirir, en lo posible, productos procesados y refinados, como pastas y arroces blancos, avenas y jugos instantáneas, verduras y frutas enlatadas, y barras de cereales económicas.
Respecto a los licuados de frutas, es recomendable no beberlos como reemplazante de los sólidos; está perfecto bebernos un jugo de frutas pero no si por ello quitamos una naranja del plato. Los líquidos son digeridos más rápidamente que los alimentos sólidos. En jornadas poco intensas, esto puede no tener impacto en nuestro rendimiento, pero puede resultar un problema en jornadas intensas.
Antes de participar en una jornada de intensa actividad, es también recomendado tener una cena rica en carbohidratos la noche anterior. Las pastas deben ser de granos enteros, no refinadas. Actualmente, también existen inteligentes presentaciones de la avena que nos permiten preparar una cena exquisita con un alimento muy saludable. La quinoa es otra alternativa, relativamente nueva, a las pastas. No es recomendable consumir carnes, legumbres, alcohol, ni condimentar demasiado la comida. Acompañar los granos con algunas verduras, y un postre de frutas.