Qué dice el teorema de Coase

Publicado el 17 septiembre 2013 por José Luis Ferreira

Fallecido a los 102 años hace apenas unos días, Ronald Coase es conocido, entre otras aportaciones, por el llamado Teorema de Coase. Lo ilustraré con un ejemplo.
En un edificio tienen sus establecimientos un panadero y un médico. Los olores y ruidos de la panadería perjudican al médico, que ve disminuida su clientela. Pongamos unos números:
  • Si no estuviera el panadero, el médico ganaría 100.
  • Con el panadero, el médico gana únicamente 50 si se queda en el edificio, pero podría ganar 80 si se va a otro lugar.
  • El panadero gana también 100, pero pasaría a ganar 60 en su mejor localización fuera del edificio.
¿Qué hacer? ¿Permitir al panadero hacer su actividad o prohibirla?
Si se permite al panadero quedarse, el médico podrá irse o podrá intentar negociar con el panadero. Pero lo más que estará dispuesto ofrecer es 100-80=20 para que el panadero acepte irse (si ha de pagar más, mejor se va él). Mientras que el panadero necesita que le compensen por lo menos con 100-60=40, así que no le llega para convencerlo y el médico se irá. El panadero gana 100 y el médico 80.
Si se permite al panadero quedarse únicamente si el médico no lo denuncia, el panadero podrá pagarle, por ejemplo, 30 para que no le denuncie y se vaya. Ahora el panadero ganará 100-30=70 y el médico, 80+30=110.
Si se prohibe al panadero quedarse ocurrirá que el panadero ganará 60 y el médico, 100. Obsérvese que en este caso el beneficio total es 160 mientras que en los casos anteriores es 180 (en el primer caso, 100+80 y en el segundo, 70+110). La prohibición es peor que las alternativas anteriores.
No importa a quien se le otorgue el derecho a hacer su actividad, el resultado será el mismo: el panadero se queda y el médico se va. La única diferencia es de qué manera se reparten los beneficios, que ve aumentados aquel que tiene el derecho.
El teorema de Coase dice eso, y lo dice con más generalidad: Siempre que estén bien definidos los derechos de propiedad y siempre que los costes de negociar sean despreciables, la negociación privada llegará a acuerdos eficientes. La distribución de rentas sí dependerá de quién tiene los derechos.
Coase resaltaba la importancia de este teorema al describir en su día cómo en este tipo de litigios algunos jueces dictaban sentencia en un sentido o en otro aduciendo criterios de eficiencia social, cuando según su teorema la eficiencia no se veía alterada. En términos económicos, gracias a este teorema sabemos que la imposición de una norma o la aplicación de impuestos pigouvianos no son la única manera de resolver el problema de las externalidades, como se pensaba en su momento.
Esto es lo que dice el teorema de Coase. En una siguiente entrada veremos qué no dice y cómo se abusa de él. El truco está en eso de los costes despreciables, pero no solo en eso.-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hace tres años en el blog: De lo descriptivo, lo normativo y otros -ivos
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