Aunque la Ley Española admite la transferencia de un máximo de 3 embriones, los centros cada vez más se decantan hacia la transferencia de un único embrión. De esta acción se derivan directamente dos consecuencias:
- Se evitan los embarazos múltiples
- Se produce un stock de embriones de buena calidad
Estos embriones "sobrantes" pueden ser congelados en el laboratorio y almacenados en nitrógeno líquido para una posterior transferencia.
¿Cuál es el destino de estos embriones?
Según la Ley Española de Reproducción Asistida estos embriones congelados pueden tener 4 destinos posibles.
1. Su utilización para la propia mujer
Muchas pacientes mantienen sus embriones congelados para su propio uso. Estos embriones pueden ser descongelados y transferidos en casos de fallo del ciclo en fresco anterior, o bien, en casos de buscar otro embarazo.El hecho de tener embriones congelados, a estos pacientes les ahorra tener que volver a pasar por un ciclo de estimulación.
2. La donación con fines reproductivos.
Cuando ya no se desea mantener congelados los embriones para un uso propio, existe la posibilidad de donarlos a otras parejas. Esta opción permite que otras parejas puedan transferirse embriones que han sido congelados y que restan en stock en las clínicas.
3. La donación con fines de investigación
Otra opción posible cuando ya no se desea mantener los embriones congelados para un uso propio es darlos a la investigación. Para ello, debe existir un proyecto de investigación concreto y aprobado. El destino de estos embriones solo podrá ser para el proyecto asignado.Ver Articulo 15.
4. El cese de su conservación sin otra utilización
Finalmente estos embriones pueden ser descongelados sin ningún otro fin.
Cualquiera de estas opciones debe expresarse mediante un consentimiento informado escrito y firmado. Según la Ley y cito "el consentimiento para dar a los preembiones o gametos crioconservados cualquiera de los destinos citados podrá ser modificado en cualquier momento anterior a su aplicación".
Se estima que entre el 10% y el 40% de las parejas que mantienen sus embriones congelados no renuevan sus consentimientos y acaban por desentenderse de ellos.