Siguiendo el hilo conductor de su texto nos habla del instante en que emergen con fluidez los estudios culturales y cita a autores como: Hoggart, Williams y E.P. Thompson articulando a estos en un discurso de ruptura como método para la prevalencia de estos estudios. Estos autores Obligaron a sus lectores a prestar atención al planteamiento de que “concentradas en la palabra cultura hay cuestiones directamente derivadas de los grandes cambios históricos que representan, cada una a su modo, las transformaciones en la industria, la democracia y la clase, y frente a los cuales los cambios artísticos resultan respuestas íntimamente relacionadas” En un sentido profundo, el “ajuste de cuentas” de Cultura y sociedad, de la primera parte de La larga revolución, del estudio densamente específico y concreto de Hoggart acerca de algunos aspectos de la cultura de la clase trabajadora, y de la reconstrucción histórica que hace Thompson de la formación de la cultura de una clase y de las tradiciones populares en el período 1790-1830, constituyeron en su conjunto la ruptura, y definieron el espacio a partir del cual se abrió una nueva área de estudio y de práctica. En términos de los énfasis y orientaciones de lo intelectual, este fue —si acaso puede encontrarse tal cosa— el momento de la “re-fundación” de los estudios culturales. La institucionalización de los estudios culturales —primero en el Centro de Birmingham, y luego en los cursos y publicaciones en diversos lugares y fuentes— con sus características ganancias y pérdidas, pertenece a los años sesenta y posteriores. Hall nos habla de la variedad de terminologías en las que se puede concentrar el concepto ‘cultura’. Nos menciona las dos que él considera son las determinantes, la primera está ligada a la idea que se socializa y democratiza y por ende se convierte en común y corriente, y la segunda, ligada a las prácticas sociales, por ende, la forma de vida. De esta forma entonces: La “cultura” es todos aquellos patrones de organización, aquellas formas características de la energía humana que se pueden detectar revelándose —“en inesperadas identidades y correspondencias”, así como en “discontinuidades de tipo imprevisto”— en, o bajo, todas las prácticas sociales. Para Hall la cultura tiene como misión detectar la naturaleza de la organización de las relaciones sociales. Este descubrimiento no se halla en el arte, la política, la producción, el comercio, o la crianza de familias tratadas como entidades aisladas, sino a través del estudio de “una organización general en un ejemplo particular”. El propósito del análisis es captar cómo las interacciones entre estos patrones y prácticas son vividas y experimentadas como un todo, en cualquier período determinado. Esta es su “estructura de sentimiento”. Hall nos aclara su concepción de patrón aludiendo a que: los patrones subyacentes que distinguen el complejo de prácticas de cualquier sociedad dada en determinado momento son las “formas de su organización” características que las subyacen a todas, y que por lo tanto pueden ser detectadas en cada una. Hall nos dice, siguiendo su análisis de los autores antes mencionados que: en un nivel puede afirmarse que los trabajos de Williams y de Thompson convergen en torno a los términos de la misma problemática a través de la operación de una teorización violenta y esquemáticamente dicotómica. El terreno en que se organiza el trabajo de Thompson —las clases como relaciones, la lucha popular, las formas históricas de la consciencia, las culturas de clase en su particularidad histórica— es ajeno al tono más reflexivo y “generalizador” en que suele operar Williams. Hall trae a colación el discurso del “ser social” y “la consciencia social” que defiende Thompson como sabemos basado en Marx y su teoría de base y superestructura. Mientras Williams insiste en la absorción de todas las prácticas por la totalidad de una “práctica real, indisoluble”, Thompson recurre a una diferenciación más antigua entre “cultura” y “no cultura”. Para finalizar con su capítulo Hall se introduce en analizar el discurso de Marx y de los Marxistas (que como sabemos no siempre es igual) sobre cultura y sus acepciones en el estructuralismo.Aquí tienes en un link el texto completo por si deseas leerlo, descargarlo y/o llevarlo contigo: PDF(da click sobre PDF)para citar texto:Hall, Stuart. Sin Garantías: Trayectorias y problemáticas en estudios culturales. Capítulo 2. Estudios culturales: dos paradigmas. Colombia, Envión editores, 2010, 1ª Ed. Págs. 29-49.
Que dice stuart hall en estudios culturales: dos paradigmas?
Publicado el 01 julio 2015 por Abvec @abvecSiguiendo el hilo conductor de su texto nos habla del instante en que emergen con fluidez los estudios culturales y cita a autores como: Hoggart, Williams y E.P. Thompson articulando a estos en un discurso de ruptura como método para la prevalencia de estos estudios. Estos autores Obligaron a sus lectores a prestar atención al planteamiento de que “concentradas en la palabra cultura hay cuestiones directamente derivadas de los grandes cambios históricos que representan, cada una a su modo, las transformaciones en la industria, la democracia y la clase, y frente a los cuales los cambios artísticos resultan respuestas íntimamente relacionadas” En un sentido profundo, el “ajuste de cuentas” de Cultura y sociedad, de la primera parte de La larga revolución, del estudio densamente específico y concreto de Hoggart acerca de algunos aspectos de la cultura de la clase trabajadora, y de la reconstrucción histórica que hace Thompson de la formación de la cultura de una clase y de las tradiciones populares en el período 1790-1830, constituyeron en su conjunto la ruptura, y definieron el espacio a partir del cual se abrió una nueva área de estudio y de práctica. En términos de los énfasis y orientaciones de lo intelectual, este fue —si acaso puede encontrarse tal cosa— el momento de la “re-fundación” de los estudios culturales. La institucionalización de los estudios culturales —primero en el Centro de Birmingham, y luego en los cursos y publicaciones en diversos lugares y fuentes— con sus características ganancias y pérdidas, pertenece a los años sesenta y posteriores. Hall nos habla de la variedad de terminologías en las que se puede concentrar el concepto ‘cultura’. Nos menciona las dos que él considera son las determinantes, la primera está ligada a la idea que se socializa y democratiza y por ende se convierte en común y corriente, y la segunda, ligada a las prácticas sociales, por ende, la forma de vida. De esta forma entonces: La “cultura” es todos aquellos patrones de organización, aquellas formas características de la energía humana que se pueden detectar revelándose —“en inesperadas identidades y correspondencias”, así como en “discontinuidades de tipo imprevisto”— en, o bajo, todas las prácticas sociales. Para Hall la cultura tiene como misión detectar la naturaleza de la organización de las relaciones sociales. Este descubrimiento no se halla en el arte, la política, la producción, el comercio, o la crianza de familias tratadas como entidades aisladas, sino a través del estudio de “una organización general en un ejemplo particular”. El propósito del análisis es captar cómo las interacciones entre estos patrones y prácticas son vividas y experimentadas como un todo, en cualquier período determinado. Esta es su “estructura de sentimiento”. Hall nos aclara su concepción de patrón aludiendo a que: los patrones subyacentes que distinguen el complejo de prácticas de cualquier sociedad dada en determinado momento son las “formas de su organización” características que las subyacen a todas, y que por lo tanto pueden ser detectadas en cada una. Hall nos dice, siguiendo su análisis de los autores antes mencionados que: en un nivel puede afirmarse que los trabajos de Williams y de Thompson convergen en torno a los términos de la misma problemática a través de la operación de una teorización violenta y esquemáticamente dicotómica. El terreno en que se organiza el trabajo de Thompson —las clases como relaciones, la lucha popular, las formas históricas de la consciencia, las culturas de clase en su particularidad histórica— es ajeno al tono más reflexivo y “generalizador” en que suele operar Williams. Hall trae a colación el discurso del “ser social” y “la consciencia social” que defiende Thompson como sabemos basado en Marx y su teoría de base y superestructura. Mientras Williams insiste en la absorción de todas las prácticas por la totalidad de una “práctica real, indisoluble”, Thompson recurre a una diferenciación más antigua entre “cultura” y “no cultura”. Para finalizar con su capítulo Hall se introduce en analizar el discurso de Marx y de los Marxistas (que como sabemos no siempre es igual) sobre cultura y sus acepciones en el estructuralismo.Aquí tienes en un link el texto completo por si deseas leerlo, descargarlo y/o llevarlo contigo: PDF(da click sobre PDF)para citar texto:Hall, Stuart. Sin Garantías: Trayectorias y problemáticas en estudios culturales. Capítulo 2. Estudios culturales: dos paradigmas. Colombia, Envión editores, 2010, 1ª Ed. Págs. 29-49.